Las incubadoras de empresas son organizaciones diseñadas para ayudar al desarrollo de nuevos negocios, ofreciendo a los emprendedores asesoría y apoyo en todas las fases de sus proyectos.
Por naturaleza, el pueblo latinoamericano es emprendedor; ya sea por la necesidad de salir adelante o por darle forma a una buena idea, diariamente se generan oportunidades que necesitan del apoyo que pueden dar las incubadoras de negocio para convertir esos proyectos en empresas referentes, pero ¿Qué es una incubadora de empresas?, en UNIR México te lo contamos.
Pero, ¿qué es una incubadora de empresas? Las incubadoras de empresas son organizaciones que tienen como finalidad apoyar y asesorar, en sus primeras etapas, a emprendedores y startups en su proceso de creación, estructuración, consolidación y desenvolvimiento empresarial.
Estas entidades evalúan los proyectos y orientan a los emprendedores en cuestiones técnicas, legales y financieras, incidiendo en áreas claves para el desarrollo empresarial como la gestión empresarial, la estrategia comercial, el marketing y la financiación, entre otros aspectos.
Principales características de las incubadoras de empresas
Las incubadoras de empresas pueden ser de carácter público o privado.
Suelen estar compuestas por profesionales de diversas áreas de negocio que, además de mentoría, brindan recursos gratuitos o a muy bajo coste, como pueden ser espacios físicos de trabajo y redes de contactos que incluyen a potenciales inversionistas.
Contar con una formación especializada a través de una Maestría en Negocios Digitales, como la ofertada por UNIR México, permite colaborar en este tipo de centros, bien sea implementando estrategias de crecimiento escalable y sostenido para los emprendedores o explotando las habilidades adquiridas para desarrollar una estrategia de negocio con la que presentar un proyecto o empresa propia.
Además de la especialización profesional de sus componentes, algunas otras características comunes de las incubadoras de empresas son:
- Viabilidad. Las incubadoras de empresas seleccionan ideas que puedan tener viabilidad económica y técnica; es decir, proyectos innovadores y con base que sirvan para llenar vacíos en el mercado.
- Networking. Estas organizaciones organizan comunidades empresariales donde los emprendedores pueden tener contacto con otros emprendedores y, a la vez, compartir con otros empresarios y mentores.
- Apoyo integral y amplia capacitación. Las incubadoras ofrecen formación en diversas áreas como marketing, liderazgo, finanzas y comercialización, para cubrir todas los aspectos que abarca un nuevo emprendimiento de negocio.
- Duración limitada. En México, por ejemplo, los períodos de incubación empresarial suelen durar entre uno y dos años.
- Beneficios compartidos: Aunque no es una premisa de todas las incubadoras, existen organizaciones que a través de la incubación buscan acceso a capital y como contraprestación fijan un porcentaje de participación en los proyectos que se lleven a cabo.
¿Cómo funcionan las incubadoras de empresas?
Las incubadoras de negocios en México, al igual que en el resto de países, surgieron para dar consultoría y apoyo a empresas de corte tecnológico aunque, poco a poco, el modelo se fue extrapolando a otro tipo de sectores. Hoy en día existen decenas de incubadoras a lo largo de todo el país destinadas a impulsar compañías de áreas tan diversas como las TIC, turismo, bienestar o energías renovables.
El funcionamiento de todos estos centros se da, fundamentalmente a través de tres etapas bien diferenciadas:
Pre-incubación
Una vez superada la fase previa de selección se accede a esta fase donde se evalúa la idea y se establece, de no haberlo, el plan de negocio. Además, se valora la viabilidad y se define cómo se va a ejecutar el modelo de negocio.
Es una etapa que suele durar aproximadamente seis meses.
Incubación
Durante esta etapa se inicia la andadura del proyecto y las asesorías y capacitaciones para desarrollar el negocio. Poco a poco, mediante el debido acompañamiento, los responsables van adquiriendo mayor independencia para desarrollar sus proyectos.
La incubación tiene una duración aproximada de un año, pudiendo variar según las características y necesidades del proyecto y el tipo de emprendimiento.
La post-incubación
Tras alcanzar madurez el proyecto incubado, es en esta fase donde se busca que el emprendedor administre su empresa y aprenda a asumir los riesgos reales. A pesar de esto, el negocio sigue recibiendo asesoría y acompañamiento para su desarrollo fuera del espacio físico de la incubadora.
La post-incubación suele durar entre los 6 meses y un año, dependiendo del tipo de negocio a desarrollar y los retos que vaya afrontando.
Aunque no está incluida dentro de las etapas oficiales de funcionamiento de una incubadora, una vez que el proyecto se “gradúa” se establece un periodo de seguimiento para ir valorando periódicamente el avance y la viabilidad del proyecto en el mercado. En algunos casos se puede intervenir para mejorar productos y, a la vez, obtener nuevos apoyos de financiamiento y capacitación.
