Musicoterapia: qué es, características, tipos y beneficios

No cabe duda que existe una estrecha relación entre la música y los seres humanos, quienes la han empleado desde tiempos primitivos con fines sociales, culturales, expresivos y, por supuesto, curativos. Estos usos han evolucionado y adaptado a los cambios sociales; en el caso del curativo lo ha hecho hacia la musicoterapia.

Hoy en día la música se emplea con fines terapéuticos para diversas patologías médicas y en escenarios sanitarios y académicos para favorecer el desarrollo del individuo. Para ello es fundamental contar con una formación idónea que permita aprovechar todos los estímulos que se producen al escuchar música, como la Maestría en Educación Musical de UNIR México. 

¿Qué es la musicoterapia?

La musicoterapia consiste en usar de forma profesional la música y sus capacidades para abordar diferentes problemáticas con el objetivo de mejorar el bienestar y calidad de vida de las personas.

Según la Federación Mundial de Musicoterapia (1996) la musicoterapia consiste en “el uso de la música y/o de los elementos musicales (sonido, ritmo, melodía, armonía) por un musicoterapeuta calificado con un paciente o grupo de pacientes, para facilitar y promover la comunicación, la interrelación, el aprendizaje, la movilización, la expresión la organización y otros objetivos terapéuticos relevantes, con el objetivo de atender necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas”.

En sí, es un tratamiento alternativo a otros tipos de terapia, como la cognitivo-conductual, que permite mejorar la salud del paciente y provocar cambios en su conducta buscando obtener un aprendizaje emocional y una mejor comprensión del individuo y de la sociedad con la que interactúa. El fin último es que el individuo pueda conseguir una mejor integración y calidad de vida a través de la prevención, la rehabilitación o el tratamiento con la música y todas sus capacidades para activar las áreas cerebrales.

¿Cómo funciona?

Las sesiones de musicoterapia se adaptan según las necesidades del paciente y en base a sus gustos musicales. El terapeuta, a través de las respuestas y conexión del paciente con la música, le ayuda a generar estímulos positivos en su estado de ánimo y bienestar general. En este sentido, algunas formas de trabajar en musicoterapia incluyen:

• Escucha activa de música u otros recursos auditivos.
• Improvisación a través de instrumentos o la voz para crear música. 
• Puesta en ‘escena’ mediante la interpretación de una pieza musical que ha sido previamente aprendida o que se lee la letra o la partitura.
• Creación de música a través de una pieza musical existente.

Para que todo lo anterior sea efectivo, el musicoterapeuta debe conocer tanto el diagnóstico clínico previo del paciente como sus gustos para así hacer una conexión entre ambas realidades. Por lo tanto, este profesional, más allá de contar con una formación musical debe tener conocimiento de otras áreas, como la psicología o la educación, especialmente en el caso de dedicarse a ámbitos como la estimulación temprana. 

Características de la musicoterapia

Alguna de las principales características de la musicoterapia son: 

• La música se emplea como medio para introducir cambios.
• La terapia es experimental, interactiva y se adapta según los cambios.
• Los contenidos empleados son dinámicos y se van recreando y creando a lo largo del proceso.
• Los tratamientos y objetivos pueden establecerse de forma individual o colectiva.
• Debe ser aplicada por especialistas en la materia que cuenten con estudios como una Maestría en Musicoterapia como la de UNIR México, no por maestros de música.
• Es una terapia profesional, basada en metodologías ampliamente estudiadas. 
• Promueve el crecimiento personal.
• La música es el medio de trabajo y se usa para expresar emociones, conductas o intenciones.
• Los beneficios abarcan al ámbito emocional, conductual, comunicativo y social, entre otros.

Beneficios de la musicoterapia

Los beneficios de la musicoterapia son numerosos. Entre ellos se encuentran:

• Reduce el estrés y la ansiedad.
• Favorece la conciliación del sueño.
• Ayuda a mejorar y controlar el dolor.
• Mejora la memoria y la capacidad de concentración y aprendizaje.
• Desarrolla habilidades comunicativas y la interacción social.
• Aumenta la autoestima y el desarrollo personal.
• Estimula la creatividad.

• Ayuda a mejorar el nivel físico.
• Incrementa las interacciones sociales y con esto las habilidades sociales.

• Ayuda a estar más motivado y por ende rendir mejor.
• Mejora el estado de ánimo, favoreciendo el optimismo y los pensamientos positivos.
• Reduce los síntomas de la depresión y ansiedad.

Tipos de musicoterapia

Los musicoterapeutas trabajan con personas de diferentes edades y capacidades. Es por esto que pueden aplicar algunos de los diversos tipos de musicoterapia existentes, según mejor se adapten a los objetivos que se pretendan conseguir. Los principales son: 

Musicoterapia cognitiva

Se emplea para mejorar la memoria y capacidad de pensamiento y razonamiento. Para ello se usan ejercicios de escucha y canto con los que captar la atención y mantener la concentración en lo que se hace.

Musicoterapia social

Busca incentivar la interacción social y mejorar las habilidades sociales y de comunicación. Generalmente se emplea la improvisación y cooperación para crear música en grupo.

Musicoterapia infantil

La aplicación de la música es muy beneficiosa durante el desarrollo de los niños para impulsar su creatividad y desarrollar su imaginación. También es muy recomendable para aplicar en menores que sufren algún tipo de trastorno; en este sentido es sumamente útil para trabajar con niños con autismo o Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). En el primer caso  la música los ayuda especialmente cuando atraviesan alguna crisis; en el segundo la musicoterapia está más enfocada hacia la relajación.

Musicoterapia para personas mayores

En las personas mayores se emplea para trabajar aspectos como el estado de ánimo, la ansiedad y la depresión. En pacientes que sufren Alzheimer la musicoterapia sirve para mejorar su función cognitiva. También se aplica para personas con Parkinson para desarrollar sus funciones motoras.

Técnicas de musicoterapia

Dentro de la musicoterapia, haciendo referencia a una clasificación general, se pueden distinguir dos tipos de técnicas: 

Activa: el paciente participa cantando, componiendo, bailando o tocando algún instrumento. Se busca que la persona se involucre y exprese sus emociones, mejorando así su concentración, habilidades sociales y bienestar físico y emocional.

Receptiva: en este caso el individuo no hace nada más que escuchar la música elegida por el terapeuta para favorecer alguna acción concreta, como reducir el estrés o dormir mejor.

No obstante, más allá de esta división existen otras técnicas de musicoterapia que se aplican generalmente como: 

Canción de inicio o bienvenida

Marca el inicio de una sesión y ayuda al paciente a centrarse en el momento. Se emplea la misma canción para crear una asociación y puede aplicarse de forma pasiva o activa, limitándose a oír la música o a cantar o bailar la melodía. 

Canción de final o despedida

Similar a la anterior, la canción de despedida busca marcar el momento de fin de la sesión. 

Improvisación musical

Su finalidad es dar libertad al paciente para elegir qué canción cantar o qué instrumento tocar. Esto aporta información valiosa al musicoterapeuta, quién la recogerá desde la selección del instrumento o de la melodía elegida, hasta cómo se agarra el instrumento o cómo se canta la canción.

Escritura de canciones

Con esta técnica se busca expresar los sentimientos del individuo. Para esto se puede sugerir ritmos o estilos musicales y crear la melodía desde cero o seleccionar una canción conocida y modificar la letra.

Música cooperativa

Dependiendo del objetivo y cuando sean terapias grupales, se puede animar al grupo a realizar música entre todos para favorecer su integración y mejorar su habilidades comunicativas y sociales. 

La musicoterapia es vital para mejorar la salud mental, física y emocional; por eso desempeña un papel crucial en el ámbito de la salud al ser una herramienta terapéutica efectiva para abordar diversas necesidades emocionales, cognitivas y físicas.