Las denominadas habilidades duras o hard skills son competencias adquiridas a través del estudio o la experiencia que permiten realizar una labor o profesión.
Las habilidades duras, también llamadas hard skills, reflejan el conocimiento técnico de un profesional y le ayudan a desempeñar con éxito un trabajo. Son adquiridas mediante la formación y la experiencia laboral. Cada puesto requiere un set diferente de este tipo de competencias fundamentales.
Estas habilidades se adquieren mediante el desempeño de ciertas actividades, la experimentación o la formación en escuelas e instituciones académicas, por medio del estudio de licenciaturas, maestrías, doctorados o cursos específicos.
Deben aparecer reflejadas en el curriculum vitae de cada profesional —en los apartados en que se exponen la educación recibida y la experiencia profesional— para que las organizaciones puedan determinar si una persona cumple con el perfil que están buscando contratar. Se muestran mediante títulos, certificaciones y cartas de recomendación.
Si se está postulando a un trabajo, estas servirán para acceder a los procesos de selección y, una vez que se forma parte de una corporación, son claves para ascender a través de la misma.
Diferencias entre habilidades duras y blandas
Las habilidades duras no se deben confundir con las habilidades blandas o soft skills. Como ya se mencionó, las hard skills son las habilidades técnicas que posee un profesional, mientras que las habilidades blandas son competencias interpersonales que permiten a una persona relacionarse en un entorno laboral de forma exitosa. Entre las más requeridas por las organizaciones en los niveles directivos están:
- Comunicación.
- Trabajo en equipo.
- Resiliencia.
- Liderazgo.
- Proactividad.
Existen varias divergencias entre ambas clases de habilidades. Entre ellas, cabe destacar las tres siguientes:
- Las habilidades duras son aptitudes concretas y específicas, fáciles de medir o verificar a través de diversas pruebas. Por su parte, las habilidades blandas no se pueden evaluar fácilmente.
- Las soft skills son naturales para algunas personas y difíciles de desarrollar para otras porque requieren mucha práctica. Por su parte, las hard skills se desarrollan con el estudio y la experimentación.
- Las habilidades blandas están vinculadas a la parte emocional de las personas y las duras a los conocimientos técnicos.
A pesar de que son diferentes, para crecer dentro de un entorno laboral, particularmente si se desea acceder a un puesto directivo, se necesitan poseer habilidades duras y blandas. Las hard skills muestran que una persona posee los conocimientos técnicos para realizar una labor, pero las soft skills son las que la diferenciarán de la competencia, ya que harán que alguien sea más apto para desempeñar un trabajo.
Tipos y ejemplos de habilidades duras o hard skills
Leer, escribir, conducir un automóvil, utilizar una computadora y ciertos programas de software, cocinar, usar lenguajes de programación, operar maquinaria de cualquier clase o manejar bases de datos, son solo algunos ejemplos de habilidades duras que puede aprender una persona a lo largo de su vida. Dependiendo del puesto que se quiera ocupar, así como del sector, se precisarán distintas hard skills. Además, hay que tener en cuenta que van variando a lo largo del tiempo en función de las necesidades de las empresas y la sociedad.
Entre las habilidades duras más demandas en el mercado laboral destacan:
- Idiomas: una habilidad fundamental en un mundo globalizado en el que prima la internacionalización y el uso de tecnología en el que el idioma mayoritario es el inglés. Además de esta lengua, saber francés, árabe, alemán o chino permitirá diferenciarse frente a otros profesionales.
- Marketing: gran parte de los negocios del siglo XXI se gestionan a través de internet. Por eso, los conocimientos en marketing son fundamentales para cualquier profesional independientemente de su sector. Se trata de un área muy amplia en el que uno puede especializarse en diferentes ámbitos: ventas online, desarrollo de campañas de marketing digital, habilidades de posicionamiento SEO y SEM, gestión de redes sociales, etc.
- Ciberseguridad: una cuestión básica para empresas y organizaciones de todo tipo es la protección de sus datos en un espacio virtual seguro. La realidad, sin embargo, muestra que los ciberataques son cada vez más habituales por lo que, paralelamente, crece la necesidad de contar con especialistas con esta hard skill ya que, según el informe del Internet System Consortium (ISC), las vacantes de trabajo de este sector ascendieron en 2020 a 3,12 millones a nivel mundial, de las cuales, 195.594 ofertas fueron para México.
- Análisis de datos: las organizaciones disponen en la actualidad de una gran cantidad de datos con los que poder ganar en eficiencia y tomar mejores decisiones. Para ello requieren a profesionales que sepan gestionar y analizar esta información de forma adecuada.
- Blockchain: una de las habilidades duras que va ganando más peso en el ámbito laboral. El blockchain es una tecnología basada en una cadena de bloques que posibilita interactuar e intercambiar datos sin necesidad de que intervengan terceros. Se puede aplicar en sectores diversos, como la banca, la logística, el sector sanitario, automoción… por lo que la demanda de perfiles con esta habilidad va en aumento.
- Inteligencia artificial: otra hard skill con un ámbito de aplicación muy amplio: automatización de procesos industriales, selección de contenidos en plataformas digitales, compras por internet, transporte, salud, etc. Por esta razón se necesitan especialistas con habilidades duras relacionadas con la inteligencia artificial, machine learning, data science…
Habilidades duras para directivos
Desempeñar un puesto ejecutivo en una empresa no es una tarea sencilla. Dependiendo del sector y el área que se vaya a liderar, los contratadores requerirán diferentes habilidades duras para seleccionar al candidato más adecuado, capaz de desempeñar la labor requerida.
Para ocupar los puestos de CEO (chief executive officer), CFO (chief financial officer), CHRO (chief human resources officer), COO (chief operating officer), CRO (chief revenue officer), CMO (chief marketing Officer), CGO (chief growth officer) o CIO (chief information officer), entre otros, es importante dominar una serie de destrezas relacionadas con la administración de empresas, la gestión de personal y la temática que maneja el área correspondiente.
En términos generales, tendrán que ser capaces de:
- Planificar, establecer y dirigir la estrategia corporativa.
- Solucionar problemas administrativos complejos.
- Proponer y sacar adelante proyectos de gran envergadura, de forma eficiente y efectiva, los cuales harán crecer a la organización.
- Manejar problemas relacionados con la operatividad de la empresa.
- Optimizar y maximizar los recursos disponibles.
- Determinar las estrategias de venta y mercadotecnia más adecuadas, dependiendo del público final.
- Usar herramientas contables. Este punto será útil, aun cuando no se forme parte del departamento de contabilidad.
- Elegir los instrumentos de financiación más apropiados, dependiendo de las necesidades de la corporación.
- Hablar inglés. De acuerdo con Trabajando.com, en el 80 % de los puestos directivos en México exigen un alto nivel de inglés, debido a que Estados Unidos es el principal socio comercial del país.
- Aplicar el análisis de la información a la toma de decisiones. La revisión de los distintos escenarios financieros proporcionará una base sólida para elegir el camino de mayor desarrollo para la corporación.
- Dominar la contratación y manejo de personal, para elegir a los colaboradores más adecuados para la organización.
- Adaptar la empresa a los cambios que requiere el mercado es esencial para adelantar a la competencia.
- Establecer los márgenes de ganancia más apropiados, ante los cambios constantes en los precios de la materia prima. De esta forma, se mantendrán o elevarán las ventas, y se podrá enfrentar de forma adecuada a los demás competidores.
- Atraer nuevos clientes y fidelizar los existentes. Este tipo de habilidad es esencial para que una compañía siga creciendo, gracias a la compra de más productos o servicios.
Una de las formas más sencillas para obtener las habilidades duras deseadas para ocupar un puesto ejecutivo es a través de la educación. Al cursar la Maestría en Dirección y Administración de Empresas – MBA o una Maestría en Dirección y Administración de Empresas para Directivos (EMBA, por su nombre en inglés) de UNIR México se estará recibiendo el conocimiento necesario para optar a un cargo de poder dentro de una empresa y alcanzar el éxito en una carrera profesional.
Además, aunque ya se ocupe un puesto directivo, este máster resultará muy útil, ya que proporciona la formación requerida para llevar a una compañía al siguiente nivel de crecimiento e, inclusive, proceder a su internacionalización.