“Los proyectos que desarrollan nuestras alumnas en sus trabajos fin de maestría denotan pensamiento crítico y resolución de problemas reales, así como comunicación e investigación”, destaca Flor Vanessa Anguiano, coordinadora de la Maestría en Ingeniería de Software y Sistemas Informáticos online.
El mundo globalizado avanza impulsado por la transformación tecnológica. Hoy en día, prácticamente todas las organizaciones requieren un componente específico de software. Por ello, la figura del ingeniero especializado en este ámbito ha cobrado una importancia y una relevancia máxima. Además, este tipo de trabajador está muy cotizado dentro del mercado laboral.
UNIR México lleva tiempo contribuyendo a este campo desde la formación cualificada de cientos de estudiantes que optan por cursar la Maestría en Ingeniería de Software y Sistemas Informáticos online.
“Gracias al Trabajo Fin de Maestría (TFM), los alumnos descubren cómo conectar soluciones con diferentes problemas, así como analizar temas e ideas importantes. Para ello es necesario educarlos en las mejores prácticas y la correcta disciplina del software”, relata Flor Vanessa Anguiano, coordinadora académica de la licenciatura.
La maestría de la profesora Anguiano se especializa en el desarrollo de software seguro, funcional y adaptable, con todos los beneficios de tipo económico que se obtienen al implementar protocolos de seguridad con los más altos estándares de calidad e infalibles ante cualquier malware (software malicioso), ransomware (secuestro de datos), o amenaza informática.
Ingeniería de software en TFM extraordinarios
De la mano de un director de TFM, estos proyectos de investigación aplicados “denotan pensamiento crítico y resolución de problemas reales, así como comunicación e investigación”, a decir por la coordinadora. Además, sirven para demostrar el talento de sus autores en diferentes campos de la ingeniería de software. Asimismo, ejemplifican el carácter práctico de las enseñanzas recibidas.
Oriana González ha sido la encargada de monitorizar y ayudar en innumerables TFM. La tutora considera que este tipo de proyectos son considerados extraordinarios cuando “cubren el principio básico de ética de las ciencias de la computación de aportar un beneficio a la sociedad”.
Lograr este principio por medio de un alto compromiso social, es lo que han logrado recientemente estudiantes de la Maestría en Ingeniería de Software y Sistemas Informáticos online de UNIR México, a través de sus proyectos.
Estructuración de webs para personas con capacidades especiales
Diversos estudios académicos han demostrado que las personas con capacidades diferentes o especiales son individuos muy inteligentes. Lamentablemente, en la mayoría de los casos, sus cuerpos no reaccionan de igual forma que el de una persona promedio. Por este motivo, por medio del compromiso social que mencionaba González, la alumna Damaris Luján ha centrado su proyecto en estudiar e identificar cuáles son las mejoras que deben implementarse en las páginas web para que sean de fácil manejo para todos los usuarios.
“La idea de este TFM nació con una pregunta: ¿a quiénes estamos realmente considerando y a quiénes seguimos ignorando?”, cuenta Lujan. La estudiante se centró en la brecha que restringe a las personas con discapacidades cognitivas, por ejemplo, las que padecen síndrome de Down, para interactuar con plataformas tecnológicas.
Los desarrolladores webs debemos comprender que las plataformas deben diseñarse para cubrir las necesidades de todos los usuarios que tienen capacidades diferentes, no las de nosotros que somos expertos en el flujo del proceso y en el uso de la herramienta
Damaris Luján, estudiante de la Maestría en ingeniería de Software y Sistemas Informáticos
Luján propone mejorar los espacios webs por medio de un principio ético básico: la empatía. “Los desarrolladores webs debemos comprender que las plataformas deben diseñarse para cubrir las necesidades de todos los usuarios que tienen capacidades diferentes, no las de nosotros que somos expertos en el flujo del proceso y en el uso de la herramienta”, afirma.
Utilizar entornos más limpios reubicando la publicidad invasiva y ofrecer procesos más simples, con asesorías más puntuales y multisensoriales, son algunas de las mejoras que la estudiante entiende como necesarias para acercarse a todos los usuarios. “Definitivamente hay mucho que, como desarrolladores, podemos hacer si promovemos la visión de proyectos más inclusivos desde su concepción corporativa”, testifica Luján.
Como otros compañeros, reconoce el valor de los contenidos y el enfoque dado al aprendizaje desde las aulas virtuales de UNIR México: “Esta maestría nos dio las pautas para investigar, estructurar, implementar, fallar, volver a intentar y aprender con conocimientos y estrategias sólidas. Siempre con el deseo de marcar una diferencia con nuestras acciones. El conocimiento nos da opciones, nosotros decidimos si hacemos algo de valor con ellas o no”, resalta la estudiante.
Plataforma de enseñanza en línea
Con el mismo entusiasmo que Luján por desarrollar un proyecto original, su compañera de maestría Adriana Díaz creó, en tiempo récord, una nueva plataforma de enseñanza en línea. TeacherMatch brinda un enlace para alumnos en la búsqueda de profesores cualificados que ofrezcan asesorías y/o cursos a distancia en diferentes áreas de conocimiento con un bajo coste monetario.
Oriana González, tutora también de este TFM, considera de gran valor este proyecto debido a que “existen muchos docentes que solo pueden ofrecer sus conocimientos en ciertos horarios y de forma remota, por ejemplo: madres profesionistas, pensionados, personas desempleadas con muchos conocimientos y experiencia en ciertas áreas…”.
Adriana Díaz, estudiante de la Maestría en ingeniería de Software y Sistemas Informáticos
TeacherMatch funciona exclusivamente como intermediario. “Este es un proyecto que yo hago como labor social y que espero que muchos de los profesores puedan verlo de la misma manera. Incrementar el conocimiento y despertar el interés de aprender en más personas, ese debe de ser el mayor de nuestro pago y logro”, relata Díaz.
La plataforma ya se encuentra en funcionamiento y tiene como uno de sus principales objetivos favorecer el aprendizaje de cada alumno teniendo en cuenta sus características y situaciones únicas. “No hay horas máximas o temarios específicos. No todos aprendemos de la misma forma ni al mismo ritmo. No existe un límite fijado para aprender nuevos conceptos”, afirma.
Además, Díaz ha implementado una serie de precios prioritarios para colectivos vulnerables, como madres solteras o personas de la tercera edad, para asegurar que “todas las personas dispongan de las mismas oportunidades”.
En ocasiones pregunto si tenemos en nuestros sistemas ciertos aspectos que he aprendido en las clases, y en más de una ocasión se han quedan sorprendidos y han tenido que investigar e indagar para resolver la situación
Vistazo del proyecto de TFM “TeacherMatch”
La alumna exprimió al máximo la maestría de UNIR México, lo que le permitió ampliar su conocimiento en el mundo de la tecnología. Este desarrollo intelectual le ha llevado a cuestionar e implementar mejoras en su empresa. “En ocasiones pregunto si tenemos en nuestros sistemas ciertos aspectos que he aprendido en las clases, y en más de una ocasión se han quedan sorprendidos y han tenido que investigar e indagar para resolver la situación”, cuenta Díaz.
La obligación de aportar a la sociedad
Las dos alumnas representan por medio de sus proyectos la metodología de la maestría de UNIR México enfocada a diseñar, desarrollar y liderar todo tipo de proyectos de software en las organizaciones. Un programa completo dirigido especialmente a ingenieros informáticos, egresados de áreas relacionadas con las telecomunicaciones, telemática y matemáticas, entre otros.
Al fin y al cabo, en el espíritu del TFM se encuentran plasmados todos los conocimientos adquiridos en la titulación, junto a la obligación de aportar un beneficio a la sociedad. Así, en algún momento el proyecto debe ejecutarse y ser útil para el mayor número posible de beneficiarios. Con esta idea, la tutora González ha guiado a sus alumnas para “bajar al suelo las ideas y hacerlas realidad”.
