La discapacidad motriz en el aula es uno de los grandes retos para los educadores. En UNIR México abordamos los distintos tipos y claves para una mejor atención.
En el aula podemos encontrar alumnos con tipos muy distintos de discapacidad motora, cuyas necesidades serán muy diferentes de unos a otros. Todavía, en torno a la discapacidad motriz, sobreviven algunas falsas creencias. Si queremos la normalización y la inclusión en la escuela tendremos que derribar barreras físicas, mitos y ofrecer una respuesta educativa ajustada a sus NEE (necesidades especiales).
Tipos de discapacidad motora en el aula
La discapacidad motora hace referencia a las alteraciones del aparato motor y su funcionamiento. Pueden ser alteraciones del sistema óseo, articular, nervioso y/o muscular, impidiendo, en algunos casos, realizar actividades de la vida cotidiana. Estos serían los tipos de discapacidad motora en niños más frecuentes que el educador se puede encontrar en el aula:
Parálisis cerebral (PC)
Se caracteriza por las alteraciones del tono muscular, la postura y la movilidad en el niño, debido a una lesión encefálica en la etapa prenatal o durante la infancia. La sintomatología puede ser muy diferente.
Hay niños con PC cuyas dificultades motrices son leves y otros que padecen síntomas asociados como movimientos involuntarios repetitivos, problemas auditivos o del lenguaje. Según la extensión y localización de la afectación podemos distinguir: monoplejía, hemiplejía, paraplejia o tetraplejia.
Existe la falsa creencia de asociar la PC con bajo desarrollo intelectual. Sin embargo, hay casos de PC donde las facultades intelectuales del niño no están afectadas. Además, el hecho de que la lesión sea crónica tampoco significa que no pueda realizar progresos en sus funciones motoras.
Espina bífida
Es una anomalía congénita de la columna vertebral que provoca una parálisis por debajo de la lesión, falta de sensibilidad y/o una malformación en algún miembro inferior. En algunos casos el niño padece hidrocefalia: un factor de riesgo para sufrir discapacidad intelectual. Si no es así o está controlada, no afectará en gran medida a su desarrollo cognitivo y aprendizaje.
Miopatía o distrofia muscular progresiva
Esta discapacidad motora se caracteriza por la pérdida de fuerza por una degeneración muscular progresiva a lo largo de los primeros años de vida del niño.
Ataxia
Este término engloba a las dificultades del niño para mantener el equilibrio, la postura y el control del movimiento voluntario por una disfunción, principalmente, en el cerebelo.
Derivados de traumatismos craneoencefálicos
También pueden generar lesiones del encéfalo que derivan en problemas motores, emocionales o dificultades en el lenguaje y la memoria. A veces, las habilidades afectadas pueden recuperarse por completo, en otros casos —dada la gravedad del traumatismo—las secuelas son permanentes.
Derribando barreras: consejos para una mejor atención en el aula
Como vemos, el alumnado con discapacidad motriz es muy heterogéneo. La respuesta educativa debe consonar con las dificultades específicas de cada niño. No obstante, estas son las NEE comunes a estos alumnos, que se deben atender en el aula y desde el centro:
Autonomía del niño, especialmente respecto a su movilidad
El centro y el aula deben estar preparados para que el alumno pueda desplazarse sin problemas con la silla de ruedas o el andador. Esto supone contar con espacios amplios, rampas o ascensores, cuartos de baño y mobiliario adaptados. Es importante también que pueda acceder al material escolar y a los juguetes sin problema en el aula.
Contar con apoyos pedagógicos
Todo el equipo educativo y los profesionistas externos al centro (fisioterapeutas, logopedas, psicólogos…) necesitan trabajar en coordinación para la atención tanto del niño como con la familia de este.
Desarrollo social
No hay que olvidar que la dificultad para moverse, de interactuar con el entorno, va a afectar al desarrollo de estos alumnos en todos los niveles: sociales, cognitivos y emocionales. Muchos niños con discapacidad sufren baja autoestima. No se sienten competentes y esto afecta a sus aprendizajes y a su interacción con los demás.
El profesor puede favorecer su inclusión en el aula a través de trabajos en equipo y potenciando la ayuda entre compañeros de manera bidireccional. Es decir, unas veces puede encargar a un alumno que ayude al niño con discapacidad motora, otras, pedirá a este que ayude a su compañero en alguna tarea. De esta manera se sentirá válido y un miembro más de la clase.
Uso de sistemas de comunicación alternativa o aumentativa (SAAC) para los alumnos con discapacidad del habla asociada
Estos recursos tienen como objetivo compensar y favorecer la expresión oral. Pueden ser pictogramas, que representan objetos a través de fotos, dibujos e imágenes; tableros de comunicación tipo cuaderno de casillas organizado con letras, sílabas, pictogramas…; o aplicaciones para móviles y Tablet que funcionan como comunicadores.
En conclusión, la discapacidad motora en niños no tiene por qué suponer una barrera insalvable. Trabajar con este alumnado requiere formación específica en necesidades educativas especiales, que el educador desarrolle nuevas habilidades pedagógicas para sacar todo su potencial y, sobre todo, el compromiso de ofrecer la mejor educación a todos los alumnos por igual.