Todas las inversiones conllevan un cierto grado de incertidumbre, ya que tienen el poder de afectar negativamente el bienestar financiero de las personas. El riesgo crecerá si se aumenta la cantidad invertida.
Aunque los ahorros son importantes, el encarecimiento de los productos le resta valor al dinero que se mantiene estático. Para contrarrestar la inflación y generar nuevos ingresos es necesario estar dispuestos a invertir. Lo primero que haremos será clarificar qué son los riesgos de inversión. Estos pueden entenderse como la probabilidad de que una inversión no proporcione la rentabilidad deseada o, en el peor de los casos, la pérdida sea mayor que la inversión inicial.
Niveles de riesgo de inversión
De acuerdo con los niveles de riesgo que enfrenta, las inversiones pueden clasificarse en:
Inversiones de bajo riesgo
Son aquellas en las que las posibilidades de sufrir pérdidas o la falta de pago son escasas. El ejemplo típico son las instituciones bancarias o el gobierno, los cuales presentan una mayor confiabilidad y estabilidad que otro tipo de empresas.
Estas son las más seguras, pero producen menores ganancias. Normalmente son seleccionadas por nuevos inversores o por aquellos que poseen un perfil conservador. Además, es una buena opción cuando los mercados presentan un alto grado de volatilidad, ya que existen pocas posibilidades de pérdida.
Algunas de las inversiones de bajo riesgo habituales en México son:
CETES
Los Certificados de la Tesorería de la Federación son uno de los instrumentos de inversión más seguros del país. Al estar respaldados por el gobierno, presentan un riesgo mínimo.
Estos pagan una renta fija en un plazo que va desde los 28 a los 364 días y permite realizar inversiones a partir de los 100 pesos.
Para consultar el rendimiento que pueden ofrecer los CETES o adquirir este tipo de certificados se puede acceder a la página de Cetesdirecto, un programa que creó el Gobierno federal mexicano el 26 de noviembre de 2010.
Bonos
La federación también pone a disposición de la población la posibilidad de comprar bonos, los cuales proporcionan intereses distintos en función de si se adquieren a 3, 5, 10, 20 o 30 años.
Udibonos
Estos son similares a los bonos tradicionales, pero toman en consideración la inflación a la hora de proporcionar rendimiento a sus inversores.
Cuentas de inversión bancaria
Los bancos ofrecen distintos productos de inversión de renta o plazo fijo. Entre las opciones más comunes están:
- CEDES (Certificados de Depósito). Pagan intereses cada mes en función de la cantidad que se mantiene depositada en una cuenta bancaria.
- PRLV (Pagaré con Rendimiento Liquidable al Vencimiento). Devuelven el total de la cantidad depositada y los intereses al finalizar el plazo previamente acordado.
Seguros de ahorro
Las aseguradoras ofrecen estos productos, en los cuales se comprometen a abonar a sus clientes una cantidad de dinero si este sigue vivo en una fecha predeterminada.
Inversiones de medio riesgo
En este nivel se invierte más capital, pero las ganancias pueden ser considerables. Por ello, existe un mayor compromiso y es necesario hacer un análisis más detallado de las operaciones y los mercados en los que se desempeña. Un ejemplo clásico de este tipo de inversiones son los bienes raíces.
Inversiones de alto riesgo
Son las que proporcionan mayores rendimientos, pero su volatilidad es alta. Aquí se encuentran las inversiones en acciones bursátiles, divisas o sus derivados. Como los riesgos de inversión son elevados, es recomendable tener un plan de contención de pérdidas.
Tipos de riesgo de inversión
El riesgo en inversiones siempre está presente, por ello es fundamental conocer cuáles son los tipos de riesgo que se pueden enfrentar. Algunos de ellos son:
Riesgo sistémico
Denominado riesgo de mercado o riesgo no diversificable, es el peligro de que exista una inestabilidad en el sistema financiero que cause una pérdida significativa de valor económico y de la confianza. Un ejemplo muy reciente es la pandemia por COVID-19, que afectó de forma extraordinaria el funcionamiento de los mercados financieros de todo el mundo.
Riesgo no sistémico
También llamado diversificable, afecta únicamente a una empresa y no a un sector, pues depende de factores internos. Para evitarlo, hay que diversificar la cartera de inversiones para que integre productos e industrias de distintos ámbitos.
Riesgo de liquidez
Este refleja la facilidad con la que un activo se puede convertir en dinero. Los bienes inmuebles se consideran una inversión con poca liquidez, porque no es tan simple venderlos en caso de necesidad.
Riesgo legislativo
Proviene de un posible cambio en las leyes de un país que afecte a las operaciones en las que se ha realizado la inversión. Por este motivo, se recomienda invertir en naciones estables económica y políticamente.
Riesgo de inflación
Si se eleva mucho la inflación, se corre peligro de que esta supere a la rentabilidad de una inversión, ya que se estaría perdiendo poder adquisitivo. Esta es una preocupación importante, particularmente en las inversiones de bajo riesgo.
Riesgo de tipos de interés
Se considera un riesgo sistémico porque depende de los cambios y variaciones de los tipos de interés. Este impacta en todo tipo de inversiones; no obstante, las que corren más riesgo son aquellas de renta fija.
La clave para gestionar los riesgos de inversión es elaborar un plan financiero bien diversificado y adaptado a cada persona. Con la Maestría en Gestión de Riesgos Financieros de UNIR México los profesionales serán capaces de identificar claramente los riesgos a los que se enfrentan y definir cuál es la mejor forma de mitigarlos.
Cabe señalar que las nuevas tecnologías son muy útiles a la hora de seleccionar las mejores opciones de inversión. Herramientas como el Business Analytics, que se aplican en la gestión de datos, minimizan los riesgos y ayudan a los profesionales a tomar decisiones mejor fundamentadas.