La inteligencia intrapersonal se refiere al conocimiento interno que cada persona posee de sí mismo, primando la gestión emocional para lograr un mayor autocontrol y autoestima.
La inteligencia intrapersonal incluye aquellos aspectos relacionados con el conocimiento interno de cada persona, es decir, nuestra forma de pensar, sentir, actuar o relacionarnos con los demás.
En un primer momento, la inteligencia puede asociarse a aspectos relacionados con la lógica-matemática o el lenguaje, pero no son los únicos. El psicólogo Howard Gardner desarrolló la teoría de las inteligencias múltiples (IIMM) para abarcar los tipos de inteligencia que pueden desenvolver las personas, ampliando el abanico de posibilidades más allá de las matemáticas o la lengua y las medidas mediante el Cociente intelectual (CI).
Así, mediante el término de inteligencias múltiples, dicho autor definió ocho tipos de inteligencia:
- Lingüística
- Lógica-matemática
- Espacial
- Musical
- Corporal
- Intrapersonal
- Interpersonal
- Naturalista
Para lograr un buen desarrollo de las inteligencias múltiples (IIMM) es preciso tener conocimientos sobre ellas, por lo que los docentes pueden ampliar su formación con estudios como la Maestría en Educación Personalizada de UNIR México o la Maestría en Educación Integral e Inteligencia Emocional.
Características de la inteligencia intrapersonal
La inteligencia intrapersonal es aquella que se relaciona con la parte interna de la persona, destacando el conocimiento de las emociones y la habilidad de gestionarlas, conociéndose a sí mismo y estableciendo una imagen propia equilibrada. Esto supone el desenvolvimiento de capacidades como:
- La autoestima, encontrándose esta en un nivel alto y positivo.
- Tener conocimiento sobre las propias capacidades y limitaciones.
- Poseer un nivel elevado de autocontrol.
- Saber gestionar correctamente las emociones y aprovecharlas en el día a día.
- Ser capaz de trabajar sobre el comportamiento y pensamientos
Como se puede deducir, una buena inteligencia emocional intrapersonal influye directamente en el bienestar emocional, el cual, a su vez, afecta a las demás inteligencias que posee un individuo y a otras de sus facetas personales.
Ejemplos para desarrollar la inteligencia intrapersonal
La inteligencia intrapersonal, y ligada a ella la inteligencia emocional, es posible desarrollarla y entrenarla. Por eso, es importante incluirla en los planes educativos y trabajarla de modo transversal para fomentar su desarrollo integral a nivel personal, social y formativo.
Lo recomendable es hacerlo desde edades tempranas, pudiendo realizarse desde la educación infantil. Lo principal es trabajar el conocimiento e identificación de las emociones —desde las básicas hacia otras más complejas, en función de la edad— para posteriormente relacionarlas con lo que cada uno siente en diferentes situaciones.
Otro ejemplo de inteligencia intrapersonal, es saber identificar patrones en el comportamiento y emociones, lo que permite a los individuos entender mejor sus reacciones ante diversas situaciones.
En la inteligencia intrapersonal también entra en juego lo interpersonal, la relación con los demás para entender y comprender lo que les sucede. Por eso, es importante combinar las actividades individuales con las grupales e ir adaptando su complejidad a las diferentes etapas educativas. Algunas de ellas pueden ser:
Identificar emociones
Utilizar tarjetas con fotos o dibujos que representen las diferentes emociones a trabajar, presentarlas en un primer momento con su nombre y causa posible. Después, permitir al niño que una cada emoción con la imagen que la representa y en grupo establecer situaciones que pueden dar lugar a ello.
Lectura de cuentos
Aprovechar el valor educativo de los cuentos infantiles para conocer las emociones a través de su lectura, la realización de preguntas y juegos relacionados con el tema, es otra manera de entrenar una habilidad intrapersonal.
Adivinar la emoción
Con tarjetas de palabras o imágenes sobre emociones, jugar a adivinar cuál es la que le ha tocado a cada uno, teniendo el niño que imitar y gesticular, sin hablar, para dar información a los demás.
Asamblea
Dedicar tiempo al día, en momentos puntuales o planificados, para que el menor pueda expresar cómo se siente. En caso de conflictos en el aula o en el hogar, aprovechar ese tiempo para que pueda hablar, trabajando la identificación y expresión emocional para, posteriormente, continuar con la gestión emocional y la resolución de conflictos.
Establecer objetivos
Plantear objetivos realistas a los alumnos con el fin de que intenten conseguirlos y vayan conociéndose a sí mismos.
Escribir un diario
Animarlos a escribir un diario para plasmar sus emociones, las situaciones que las producen y su forma de gestionarlo, siendo así conscientes de lo que les sucede.
Enumerar cualidades
Para ahondar más en uno mismo, realizar de forma individual una lista de cualidades, favoreciendo su autoconocimiento y autoestima.
Estas actividades, entre otras muchas que se pueden realizar, van a favorecer los aspectos que se encuentran en la inteligencia intrapersonal sin dejar atrás las demás, ya que una misma actividad puede llevar al desarrollo de varias.