Saber qué estudiar no es sencillo; seguir estrategias como cuestionarse a uno mismo, tomar test vocacionales o conocer en profundidad la labor a realizar, facilitará esta decisión.
Poco antes de terminar los estudios de preparatoria o la licenciatura, es normal preguntarse cuál es el camino profesional que se quiere emprender y si este aportará la satisfacción personal deseada. Responder a la cuestión de cómo saber qué estudiar en la universidad requiere de autoconocimiento pero, además, ciertos procesos ayudarán a tomar esta decisión.
Decidir qué carrera es la que más se adapta a las necesidades y particularidades de cada persona, en algunos casos se da de manera natural y sencilla, pero en otros puede resultar un proceso espinoso. El miedo al fracaso, a decepcionar a la familia, amigos o a uno mismo convierten esta decisión en una fuente de ansiedad y estrés.
La elección de la trayectoria profesional no puede tomarse como encontrar una solución rápida a un problema. Decidir qué carrera estudiar o qué especialización tener con el estudio de una Maestría tiene que constituir un acto de autodeterminación, por lo que es importante prepararse para hacerlo.
Recomendaciones para ayudarte a saber qué estudiar
Conocerse a uno mismo
Para elegir correctamente una carrera, el estudiante preuniversitario necesita conocerse a sí mismo, saber cuáles son sus habilidades y fortalezas y qué es lo que le gusta realmente. Esto le permitirá identificar las licenciaturas o ingenierías más afines.
Del mismo modo, quien se plantea estudiar una Maestría al término de la Licenciatura que ha estudiado, es una decisión que requiere de conocerse a sí mismo y cuáles son las respuestas a estas preguntas.
- ¿Qué significa para mí el éxito laboral?
- ¿Qué me gustaría obtener en un trabajo?
- ¿Cómo me veo en 10, 20 y 30 años?
- ¿Cuáles son mis fortalezas y debilidades?
- ¿Qué me gustaría hacer todos los días?
- ¿Se cumplirán con mis expectativas de salario?
Tomar un test vocacional
Los orientadores vocacionales de la Universidad o, en su defecto, diferentes páginas de Internet, ofrecen a los estudiantes la posibilidad de realizar test vocacionales que ayudan al autoconocimiento y pueden facilitar la toma de decisiones.
Se debe recordar que, aunque estas pruebas permiten conocer ciertos aspectos de la personalidad y son de gran ayuda, no funcionan mágicamente. La decisión final depende de cada uno.
Examinar la oferta educativa
Cuando alguien dice “no sé qué carrera estudiar”, uno de los pasos esenciales que tiene que tomar es conocer en profundidad la oferta educativa de licenciaturas o la oferta de maestrías existente. Si no se sabe qué títulos ofrecen las instituciones de educación y cuáles se adaptan mejor a las habilidades, gustos y proyecciones de empleo del estudiante preuniversitario, difícilmente se podrá tomar una decisión informada.
Es importante revisar minuciosamente el plan de estudios. Esto permitirá tener un panorama más amplio de los temas que se tratarán y no llevarse sorpresas desagradables una vez que se inició la ingeniería, licenciatura o posgrado.
Pensar en el futuro
Esta es otra de las estrategias que se pueden seguir para dar respuesta al cómo saber qué estudiar. Al optar por una u otra carrera en cierta forma se está decidiendo qué trabajo se quiere desempeñar en el porvenir. Esto significa que es necesario preguntarse qué puertas abrirá esa profesión y si realmente se quiere hacer eso al finalizar la universidad.
Se debe tomar en cuenta cuestiones como cuál es el campo en el que se quiere laborar; si se busca trabajar para otros o crear una empresa, y si se pretende continuar estudiando una maestría o quizá hasta un doctorado. Que la carrera seleccionada esté alineada con lo que se desea para el futuro es esencial.
En este sentido, puedes conocer cuáles son los empleos mejor pagados para averiguar las opciones que más te convienen.
Conocer las salidas laborales
Aunque es primordial que las personas elijan estudiar algo que les gusta, esta decisión requiere ser bien meditada. Ciertas profesiones desafortunadamente casi no son requeridas por las empresas en México, por lo que tomar estas opciones puede llevar a engrosar las filas del desempleo o acabar desempeñándose en un campo totalmente diferente.
Buscar un equilibrio entre las preferencias personales y lo que demandan los empleadores es lo ideal. Hay que intentar adelantarse a los cambios que presentará el mundo laboral; de esta forma, uno no se sorprenderá porque lo que se estudió ya no es una carrera solicitada por las organizaciones. Revisar los listados de carreras con más futuro ayudará a tomar una mejor decisión. Del mismo modo, es recomendable encontrar una Maestría que nos especialice y que tenga el equilibrio entre lo que nos gusta y lo que se demanda. Esta es una buena fórmula para mejorar la situación laboral. Aquí puedes conocer las Maestrías mejor pagadas.
Hablar con profesionistas
En ocasiones, ponerse en contacto con personas que trabajan en la profesión a la que se aspira puede resultar muy útil. De esta forma se pueden resolver muchas dudas, obtener consejos, consultar los pros y los contras de elegir una licenciatura o ingeniería y adquirir una visión completamente realista de cómo será el futuro laboral.
Acudir a talleres y cursos o hacer voluntariado
Tomar ciertos talleres o cursos especializados en las áreas de interés, ya sean ciencias, artes, robótica, literatura o idiomas, puede servir para que las personas comprendan cuál es la carrera más adecuada y si esta realmente se adapta a sus preferencias. Además, a veces existe la posibilidad de trabajar como voluntario en entornos muy similares a los que uno se desempeñaría al obtener un título profesional. Esta experiencia posibilita el conocer de primera mano cómo sería la labor que se realizaría al incurrir en el mundo laboral.
Al tomar en cuenta todas estas estrategias se evitará elegir una carrera equivocada, lo que desembocará en arrepentimientos en el porvenir y afectará la trayectoria profesional de las personas. Se debe recordar que, aunque se pueden tomar consejos de familiares, amigos y docentes, la decisión final está en cada uno.
Una vez que se ha resuelto la cuestión de qué estudiar, es trascendental escoger una institución cuyas carreras tengan el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE) —es decir, que estén reconocidas por la Secretaría de Educación Pública (SEP)—, y que ofrezca formación de calidad, como UNIR México.
Formarse en una buena universidad servirá para completar el perfil profesional y el día de mañana esto será ampliamente valorado por las organizaciones.