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Los 12 arquetipos de personalidad de Carl Jung

Según el psiquiatra Carl Jung, existen 12 modelos de personalidad con los que se puede clasificar a cualquier ser humano. Son los conocidos arquetipos de Jung.

Los 12 arquetipos de personalidad de Jung permiten clasificar a las personas

Para Carl Jung, los seres humanos no desarrollamos nuestro carácter a partir de la nada sino que estamos influenciados por el inconsciente colectivo. Este consiste en un conjunto de ideas e interpretaciones que son comunes para todos los seres humanos, independientemente de la época o el entorno social y cultural en el que nazcan, lo cual afecta a nuestro desarrollo como individuos. A partir de esta teoría del inconsciente colectivo, Jung desarrolló los arquetipos de personalidad tan relevantes en la psicología, la psicología criminal o criminología.

De este modo, los 12 arquetipos de personalidad son categorías que clasifican a los seres humanos según su carácter innato, es decir, el que viene definido desde el nacimiento y que determina la forma en que se desarrolla tanto nuestro lado consciente como, especialmente, el subconsciente.

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Los 12 arquetipos de personalidad de Jung permiten clasificar a las personas en uno o varios de estos arquetipos (a veces se comparten características de varios de ellos al mismo tiempo) y determinar los roles que cada personalidad adopta de forma natural al relacionarse con otros seres humanos.

12 arquetipos de personalidad

1. El inocente

Se caracteriza por presentar una fe y confianza casi absoluta en el mundo que lo rodea. Su principal meta en la vida es ser feliz, por lo que tiende a mostrar una actitud positiva y despreocupada respecto al entorno en el que vive.

Su principal debilidad reside, precisamente, en el exceso de confianza en los demás; mientras que su principal miedo es ser castigado por no hacer lo que se espera de él.

2. El amigo

Representa una personalidad que valora especialmente la pertenencia al grupo y a la comunidad. Su principal virtud consiste en la capacidad de socializar y crear vínculos duraderos con otros seres humanos. Se suele caracterizar por una amplia apertura mental respecto a diversos temas.

Su principal debilidad es que suele tender a ser un poco cínico, para caerle bien a todo el mundo. Su principal miedo consiste en quedarse fuera del grupo o la comunidad aunque, a veces, también puede ser el que destaca por encima del resto (sobre todo si esto puede conllevar algún tipo de rechazo y ostracismo social).

3. El héroe

Se identifica perfectamente con los principios clásicos de valor y fuerza. Su principal objetivo tiende a ser proteger a los débiles y, en general, ayudar a los demás dentro de sus posibilidades. Su mayor miedo es ser percibido como una persona débil, miedosa o incapaz de cumplir con sus objetivos.

Una de sus mayores virtudes es el valor o el coraje, mientras que su mayor debilidad suele presentarse en forma de arrogancia.

4. El protector

El arquetipo del protector o cuidador está relacionado con el amigo pero, en este caso, la comunidad o pertenencia a un grupo queda en segundo plano. En el caso del protector, se trata de personas que están llenas de compasión y empatía.

Por ello, su principal objetivo es ayudar a los demás. Su principal virtud es la generosidad y la capacidad de sacrificio. Sin embargo, su mayor debilidad es que pueden ser explotados con facilidad por otras personas. Su mayor miedo es ser percibidos como personas egoístas.

5. El amante

La personalidad del amante consiste en buscar el equilibrio y la armonía con las personas con las que comparte su espacio. Para ello, no duda en mostrar su aprecio por los demás. Se trata de personas muy empáticas. Sin embargo, a menudo tienden a ser poco asertivas y a no manifestar sus propios deseos con el objetivo de evitar los conflictos.

Su mayor talento suele ser su capacidad diplomática y de mediación, mientras que su mayor debilidad consiste en perder su propia personalidad con el objetivo de satisfacer al resto. Su mayor miedo es no sentirse queridas o deseadas por el grupo de personas que tienen alrededor.

6. El bufón

Destaca por su humor y por su capacidad de divertir a los demás, por lo que el resto de personas disfrutan del tiempo que pasan en su compañía. Usan el humor para conseguir un cambio positivo en su entorno y mejorar el mundo. No obstante, el bufón suele ser una persona que, a pesar de su apariencia, tiene un lado profundo que tiene miedo de mostrar.

Su mayor miedo es ser percibidos como aburridos, mientras que su mayor debilidad es que los vean como personas frívolas o incapaces de exteriorizar sus emociones, algo que suplen usando el humor para evitar enfrentarse cara a cara con ellas.

7. El explorador

Se caracteriza por la inconformidad constante, lo cual le lleva a explorar y buscar nuevas experiencias. En general, su objetivo suele centrarse en disfrutar de nuevas emociones y aprovechar la vida al máximo. Su mayor virtud es la capacidad de ser fiel a sus propios deseos. Su mayor miedo consiste en verse atados a una situación o circunstancia que les exija ciertas responsabilidades.

Su mayor debilidad estriba, precisamente, en esa incapacidad para asumir responsabilidades. Esto los lleva a cambios constantes en su vida, que los dificultan a la hora de establecer relaciones duraderas.

8. El rebelde

Se caracteriza por su principal motivación, que no es otra que cambiar las cosas que considera injustas o que no funcionan. Adora abandonar las antiguas tradiciones o costumbres, para sustituirlas por otras nuevas que, a su juicio, funcionarán mejor. Su meta en la vida consiste en cambiar las estructuras que no funcionan, mientras que su mayor miedo resulta ser incapaz de lograr ese cambio que tanto ansía.

Su principal talento reside en su capacidad para ver el mundo de forma diferente al resto; aunque su principal debilidad consiste, precisamente, en ser incapaz de disfrutar de lo que ya tiene, al obsesionarse con el cambio que desea realizar.

9. El creador

Destaca por su capacidad creadora e imaginativa. Suele ocupar profesiones artísticas, aunque se le puede encontrar en casi cualquier trabajo. Lo que le caracteriza es su tendencia innata a crear cosas nuevas, ya sea desde cero o renovando algo ya existente.

Su principal objetivo es la creación de cosas u obras que tengan valor duradero. Su mayor debilidad es el perfeccionismo y los bloqueos creativos, mientras que su mayor miedo consiste, precisamente, en no ser capaz de crear nada importante.

10. El sabio

Valora el conocimiento y las ideas por encima de todo. Su principal virtud es su capacidad para enseñar a los demás y comprender el mundo que le rodea. Por esta razón, a menudo, suelen encontrarse en roles de enseñanza o relacionados con la educación.

Su mayor miedo es ser percibido como un ignorante, mientras que su mayor debilidad es sentirse paralizado ante la toma de decisiones por creer que no tiene la información suficiente.

11. El mago

A diferencia del sabio, el mago no solo valora el conocimiento y las ideas, sino que les aporta su visión personal. Debido a esto, se trata de una personalidad transformadora y que tiende a los enfoques más filosóficos y reflexivos. Aspira a comprender el funcionamiento del mundo y a percibirlo de una forma diferente al resto de personas, por lo que es capaz de ofrecer una visión del mundo completamente distinta a lo establecido.

Su mayor miedo consiste en no ser capaz de prever consecuencias negativas derivadas de sus acciones, mientras que su mayor debilidad es que puede llegar a convertirse en una persona manipuladora y egoísta.

12. El gobernante

Disfruta de tener el control, ya sea de las personas que tiene a su alrededor como de los sucesos o acontecimientos que tienen lugar en su vida cotidiana. Su principal objetivo tiende a ser crear una comunidad, grupo o familia próspera, encabezada por sí mismo.

Su mayor miedo es la pérdida de control y el caos, mientras que su principal debilidad es que puede ser percibido como autoritario y como alguien incapaz de delegar en otras personas.

El uso de los arquetipos de personalidad de Jung en la actualidad

Los arquetipos de Jung también han influido en campos como la criminología, donde se utilizan para entender y conectar con motivaciones humanas.

En definitiva, los arquetipos de personalidad o arquetipos de Jung son una herramienta que ayuda a los criminólogos a entender mejor los delitos y a los delincuentes, por lo que resultan de gran ayuda a la hora de hacer llevar una investigación.

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