Cada vez más ocupan cargos de decisión, contribuyendo con perspectivas inclusivas y comprometidas que transforman el destino político del país.
Las mujeres en la política es un tema que manifiesta los cambios sociales y culturales que ha vivido México en las últimas décadas. A pesar de los obstáculos históricos, las mexicanas lograron trascender las dificultades, reduciendo la brecha de género en la política.
La formación académica es la base para potenciar el liderazgo político de la mujer en México. Programas como la Maestría en Comunicación y Marketing Político ofrecida en UNIR México, resultan fundamentales para que las mujeres políticas desarrollen competencias que impulsen su carrera.
Conoce la evolución del papel de la mujer en la política, sus logros, figuras sobresalientes y los retos que aún persisten en el camino hacia la igualdad.
Participación de las mujeres en la política mexicana
La participación política de las mujeres en México comenzó en 1824, cuando un grupo de zacatecanas se dirigió al Congreso Constituyente para expresar su deseo de ser incluidas en las decisiones políticas.
Sin embargo, el comportamiento social predominante, caracterizado por roles de género tradicionales, discriminación y la división sexual del trabajo, impidió durante décadas que ejercieran sus derechos políticos.
El 17 de octubre de 1953, se produjo un cambio significativo con la publicación de las reformas constitucionales que otorgaron a las mexicanas el derecho al voto y a ser elegidas. Este logro fue producto de la histórica movilización del 6 de abril de 1952, donde más de 20.000 mujeres exigieron al candidato presidencial Adolfo Ruiz Cortines, cumplir su promesa de reconocer su ciudadanía plena.
Finalmente, el 3 de julio de 1955, se permitió la participación de las mujeres en las elecciones federales, abriéndose un nuevo panorama para la mujer en el ámbito político.
Liderazgo político de la mujer
El camino hacia la equidad de las mujeres en la política mexicana ha estado acompañado por momentos importantes. Por ejemplo, el 16 de julio de 1973 falleció María del Refugio García, líder feminista y fundadora del Frente Único Pro Derechos de la Mujer, quien luchó por el reconocimiento de los derechos laborales y políticos.
Otro acontecimiento relevante, ocurrió el 17 de julio de 1980, cuando México firmó la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), compromiso que sigue guiando políticas públicas a favor de la igualdad.
Además, el 30 de julio de 1989, la escritora y locutora Emma Godoy, fue una de las principales impulsoras del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM), antes conocido como el Instituto Nacional de la Senectud.
A través de su trabajo de marketing político en radio y su activismo, fomentó la creación de directrices públicas para el bienestar de la mujer mayor. Su lucha visibilizó la importancia del liderazgo femenino en áreas poco atendidas, demostrando cómo las mujeres políticas mexicanas pueden transformar distintos sectores de la sociedad.
Mujeres políticas mexicanas sobresalientes
Desde el siglo XIX hasta el XX, varias mujeres en la política de México han contribuido al desarrollo en sectores sociales, de la ciencia y el activismo. Entre ellas destacan:
Rita Cetina Gutiérrez (1846-1908)
Rita Cetina Gutiérrez, originaria de Mérida, Yucatán, fue una visionaria en la educación femenina y precursora de la participación de la mujer en la política. Fundadora de La Siempreviva, la primera escuela secundaria para niñas en la región.
Hermila Galindo (1886-1954)
Nacida en Durango, Hermila Galindo trabajó por los derechos políticos de las mujeres. Su participación en el Primer Congreso Feminista de Yucatán en 1916 y su intervención en el Congreso Constituyente de 1917, marcaron la historia del feminismo mexicano.
Elvira Carrillo Puerto (1878-1967)
Conocida como La Monja Roja del Mayab, Elvira Carrillo defendió el sufragio femenino y la igualdad de género. Creó las Ligas de Resistencia Feministas y luchó por la alfabetización y el acceso al control natal. En 1923, se convirtió en una de las primeras mujeres en ser electa como diputada en Yucatán.
Amalia González Caballero (1898-1986)
Amalia González Caballero fue una figura importante en la diplomacia mexicana, siendo la primera mujer en ocupar el cargo de embajadora y en formar parte de un gabinete presidencial.
Primera candidata a la presidencia de México
La travesía comenzó con Rosario Ibarra de Piedra (1927-2022), fue una destacada política de izquierda. Durante su trayectoria se ocupó de la defensa de los Derechos Humanos en el país y apoyó la fundación del Comité ¡Eureka!, creado en 1977 para buscar a personas desaparecidas, incluyendo a su hijo Jesús Piedra Ibarra.
En 1982, se convirtió en la primera candidata a la presidencia de México por el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT).
Aunque Ibarra no obtuvo el triunfo, su lucha abrió las puertas para que, décadas después, México estuviera listo para ver a una mujer al mando del Ejecutivo.
En las elecciones 2024 Claudia Sheinbaum Pardo fue elegida como Presidente de México, siendo la primera mujer en ocupar el puesto número 66 en el máximo banquillo político. Este hecho es un gran logro para la representación femenina en el país. Pero antes de su llegada al máximo banquillo político, estuvieron otras líderes aspirantes que impulsaron la participación de las mujeres en la política.
El futuro del liderazgo femenino en México
Aunque México ha avanzado, las mujeres en la política aún enfrentan importantes retos. La violencia política de género es una de las principales barreras, afectando tanto a candidatas como a funcionarias públicas.
Por otro lado, es crucial fomentar una cultura de igualdad desde la educación, promoviendo el interés por la política entre las niñas y jóvenes. Iniciativas como talleres, programas de mentoría y campañas de sensibilización son fundamentales para formar a las próximas líderes políticas.
El futuro del liderazgo político de la mujer en México depende de un esfuerzo conjunto entre el gobierno, la sociedad civil y las instituciones educativas. Solo así será posible cerrar la brecha de género en la política y garantizar una representación equitativa en todos los niveles de gobierno.