La estructura social explica la forma en la que los individuos de una misma comunidad se relacionan e interactúan y establecen con sus acciones las normas y costumbres de la sociedad.
Cuando hablamos de estructura social hacemos referencia a la forma que adopta el sistema creado a partir de las relaciones sociales entre las personas que la componen. Es decir, nos referimos a la red que se construye mediante las relaciones sociales que se dan entre los individuos y en la que influyen cuestiones como la cultura, el lenguaje o los valores con los que se diferencian las identidades de grupo.
La estructura social hace referencia a las relaciones sistemáticas, es decir, los miembros de la sociedad están vinculados entre ellos independientemente del contacto que mantengan porque comparten la pertenencia a una clase social determinada.
La clase social agrupa a las personas que ocupan una misma posición social y económica en una comunidad, derivada del trabajo que realizan. Este factor determina el acceso de las personas a oportunidades educativas, de renta y de empleo. La estructura social produce así desigualdades en estos ámbitos, que influyen de manera directa en el destino social de las personas.
El concepto de estructura social tiene su origen a finales del siglo XIX. Surge para ofrecer una explicación sobre la organización de la sociedad, la forma en que los individuos se relacionan y cómo esto determina las normas y costumbres por las que se rige una comunidad.
Componentes de la estructura social
La estructura social está compuesta por elementos como:
- Los individuos. Son la unidad más pequeña de la estructura y la más importante, ya que el resto de elementos depende de estos. Por esta razón, la estructura es un conjunto dinámico y cambiante. Las personas poseen sentimientos y una determinada personalidad que hace que su comportamiento sea diferente según la situación a la que se expongan.
- Los grupos sociales. La existencia de estos viene determinada por los objetivos comunes y la necesidad de alcanzarlos. El grupo social es la agrupación de dos o más individuos.
- Los roles sociales. Hacen referencia al papel que desempeñan los grupos e individuos en la sociedad. Hay grupos que tienen una implicación mayor en la sociedad respecto a otros, como, por ejemplo, un sindicato. También influye la jerarquía que se establece dentro de la sociedad como es el caso de ocupar un puesto como jefe o como subordinado.
- Las normas y costumbres. Cada sociedad se rige según sus propias normas y costumbres. Como consecuencia de la creciente globalización cada vez hay más rasgos comunes pero, aún así, la cultura occidental presenta diferencias frente a la oriental, como pueden ser sus creencias o valores.
- Las instituciones. Crean y modifican las normas y costumbres de la sociedad. La interacción entre los grupos e individuos —familias, partidos políticos, sindicatos— da lugar a las normas que rigen la vida diaria de estos. Así se establece la forma de gobierno o el régimen político, los cuales tienen consecuencias para la ciudadanía.
El rol del trabajador social frente a la desigualdad
La figura del trabajador social entra en juego cuando, a consecuencia de esta estructura, se generan desigualdades sociales entre los individuos, las cuales derivan en una situación de exclusión social (por ejemplo, la pérdida de empleo puede conllevar también a quedarse sin vivienda).
Esta desigualdad implica para los individuos consecuencias a nivel social y personal, quedando fuera de la estructura social al no poder participar en ella, encontrándose en situación de exclusión y pudiéndose ver alterada su salud mental…
Por este motivo, las instituciones públicas cuentan con un sistema de servicios sociales, con recursos humanos y ayudas económicas. Los usuarios que acuden a servicios sociales serán guiados en su intervención por profesionales del trabajo social con el objetivo de alcanzar su bienestar y evitar el riesgo de exclusión social. Los recursos que se ofrecen pueden ir destinados, por ejemplo, al pago de facturas de suministros, cursos para la búsqueda de empleo, cuidados a las personas mayores, dependientes o con diversidad funcional, asesoramiento en la tramitación de ayudas, etc.
Los profesionales actúan para combatir estas desigualdades desde el ámbito público —servicios sociales— con los recursos que ofrecen las instituciones a nivel laboral, social y económico. También llevan a cabo su labor desde el tercer sector (asociaciones y fundaciones sin ánimo de lucro).
Para ocupar este puesto profesional es recomendable contar con la Maestría de Intervención Social que ofrece UNIR México. Con ella, diseñarás y evaluarás una estrategia completa de integración social.