La usabilidad web se refiere al grado de facilidad para acceder y navegar por una página de forma intuitiva, sencilla y rápida. Eso sí, obtener resultados óptimos implica tener en cuenta factores clave.
Información relevante que no es localizada, imágenes que no cargan, pasarelas de pago que se quedan colgadas… El funcionamiento de una página web es un factor clave para que un usuario permanezca en ella, realice una compra o la recomiende. Para ello entra en juego la usabilidad web, que es el grado de facilidad para acceder y navegar por una web de forma intuitiva, sencilla y segura.
A la hora de diseñar una página web (también una aplicación) es importante tener en cuenta al usuario. De nada servirá contar con unas imágenes de calidad o un ecommerce amplio si nos “perdemos” en ella, no logramos nuestro objetivo (por ejemplo, realizar una reserva en un hotel) o la carga es muy lenta. La usabilidad web indica la calidad de la misma: cómo de fácil es realizar las diferentes tareas de forma rápida y efectiva lo que, a su vez, repercute en la satisfacción del usuario.
Así, para determinar la usabilidad web se suele tener en cuenta:
- Eficiencia: el usuario logra cubrir sus expectativas/necesidades. Por ejemplo, ver los comentarios de otros clientes sobre un determinado producto.
- Eficacia: el usuario consigue su objetivo en un tiempo breve. Por ejemplo, localizar dónde están los plazos de entrega al realizar un pedido.
- Satisfacción: el usuario considera que su navegación por el sitio web fue sencilla, rápida y eficiente.
Beneficios de lograr una buena usabilidad
Una buena usabilidad repercute tanto en los usuarios como en los propietarios de la web. Entre sus beneficios destacan:
- Disminuyen los porcentajes de abandono: una buena usabilidad repercutirá en el tiempo medio de las visitas. Para ello es tan importante una buena velocidad de carga como un contenido bien organizado. Esto implica que aumentará el tráfico de la web y se reducirá la tasa de rebote (cuando se entra en un sitio web y se sale sin interactuar ni navegar por otro link).
- Aumento del tiempo de visitas (average time per user): esta métrica dependerá del tipo de web —no es lo mismo un ecommerce de comida para mascotas que un blog de viajes para mochileros—, pero la usabilidad influirá en el tiempo que permanecen en la misma.
- Mayor tasa de conversión: que la navegación sea sencilla implica que el proceso de compra también, lo que repercute en un menor esfuerzo en las conversiones (pasar de visitas a compras finales).
- Experiencia de usuario: si este localiza fácilmente lo que busca, mejorará su grado de satisfacción y el feedback será más óptimo.
- Fidelización y recomendación: con una buena experiencia será más fácil que ese usuario vuelva a repetir y visite de nuevo nuestra página web (para la compra de un producto, contratar un servicio o consultar un post, por ejemplo) y que la recomiende tanto de forma online como offline.
- Mayores ingresos: lógicamente, si una web cuenta con una buena usabilidad que a su vez repercute en la tasa de conversión y la buena experiencia de usuario, lograremos mayores ingresos a través de ella.
Factores que contribuyen a una buena usabilidad web
Para lograr una buena usabilidad debemos ponernos en el lugar del usuario, predecir su forma de navegar por Internet y hacernos preguntas básicas del tipo “¿es fácil moverse por la web?, ¿el menú es intuitivo?, ¿el contenido está organizado de forma lógica y coherente?”. Hay que tener en cuenta tanto cuestiones de diseño como tecnológicas o de contenido.
Entre los principios para conseguir una web fácil de utilizar por los usuarios estarían:
Accesibilidad
Una cuestión básica. Para que una web sea accesible debe contar con un diseño responsive, es decir, que se pueda visualizar correctamente en cualquier tipo de dispositivo, además de adaptarse a diferentes tipos de usuarios.
Fácil navegación
Cuando un usuario aterriza en una web debe entender de forma rápida cómo moverse por ella, saber en qué sección se encuentra y cómo ir a otras. Es fundamental que las diferentes categorías estén bien organizadas, con una jerarquía y arquitectura definida y lógica, y colocar menús de navegación en todas las páginas, ya que a veces no se accede por la home. Ayudar al usuario es clave instalando, por ejemplo, un buscador en un lugar bien visible.
Contenido
Tendrá que adaptarse a cada tipo de web en función de la filosofía de la organización, su público objetivo, sector, servicio, productos en venta, etc. Es primordial utilizar palabras clave y ofrecer información de valor. Además, hay que tener en cuenta que el contenido va mucho más allá del texto: también incluye las fotografías, vídeos, infografías, etc.
Diseño
Deberá seguir una coherencia, ser visualmente atractivo y no estar sobrecargado. Para ello, hay que combinar adecuadamente los diferentes elementos disponibles —como la tipografía, los colores o las imágenes— en función de cada proyecto.
Velocidad de carga
Si hay algo que no soporta un internauta es que una web sea lenta. Su paciencia es cada vez menor y, por eso, la velocidad de carga no debe sobrepasar los 2-3 segundos (hay quien apunta entre 5-8 pero los tiempos se van reduciendo). ¿Cómo conseguirlo? Siguiendo una serie de recomendaciones que incluyen disponer de un buen hosting, no sobrecargar el contenido de la home, priorizar el contenido de la parte superior de la página, optimizar las imágenes o no utilizar demasiados plugins.
URL
No disponer de las urls adecuadas repercutirá en el usuario y, además, será penalizado por Google. Importante contar con URL amigables, es decir, enlaces fácilmente entendibles y que, por lo tanto, no contienen caracteres extraños, y que no haya enlaces rotos.
Interacción
Repercute en la experiencia de usuario y su feedback. Interactuar permite ponerse en contacto con otros clientes y los propios dueños de la web. Puede hacerse a través de formularios de contacto, foros, chats online, comentarios, etc.
La usabilidad no es algo estático, por lo tanto, para que una web sea eficiente hay que renovarla periódicamente con tal de adaptarla a nuevas tendencias y necesidades. Contar con profesionistas formados en Marketing Digital en UNIR México y que conozcan las herramientas más innovadoras en marketing online y sus diferentes posibilidades es el punto de partida para conseguir una web útil y rápida que cumpla con la expectativas de los usuarios.