En UNIR México te contamos las claves para realizar esta planificación de una forma exitosa y eficaz, que permita ofrecer una atención de calidad en un entorno seguro.
La creciente complejidad de las ciencias médicas exige que los médicos generales y los especialistas puedan contar con servicios hospitalarios eficaces para atender a sus pacientes con calidad y en un entorno seguro. Esto hace que el plan estratégico de un hospital sea algo esencial ya que promueve el rigor técnico requerido para cuidar de la salud de los usuarios.
En México, el manejo de un centro de salud –ya sea público o privado– implica desafíos complejos que influyen en los objetivos que se marcan a corto y largo plazo. Por ello es imperioso que los encargados de su gestión elaboren una ruta de acción que les permita tomar decisiones bien fundamentadas y anticipar dificultades, ya que esto será crítico para la supervivencia y sustentabilidad de la institución.
Esencialmente, el plan estratégico de un hospital es el resultado de un proceso proactivo y estructurado que busca identificar el futuro deseado de la organización y desarrollar las guías de decisión que conducen a él.
Su propósito es alcanzar los objetivos establecidos de manera efectiva y en menor tiempo, además de incrementar el nivel de productividad, garantizar la calidad de los servicios que se ofertan, mejorar los procesos y optimizar los recursos médicos.
Esta proyección debe de gestionar las expectativas y requerimientos para describir específicamente cuáles son los objetivos futuros del centro y los métodos que se aplicarán para alcanzarlos. Asimismo, es importante que tome en cuenta la legislación vigente en materia de salud y el alto índice de demanda con respecto a los costos, calidad y eficiencia que tienen todas las organizaciones de este tipo.
¿Cuál es la importancia del plan estratégico de un hospital?
Debido a que el campo de la medicina está en constante cambio y evolución, la planificación hospitalaria se ha vuelto una parte fundamental. La elaboración de un plan que incremente la eficiencia y seguridad de los servicios –desde la atención médica al financiamiento– elevará la productividad y mejorará la imagen pública del centro, por lo que se atraerán nuevos clientes.
Además, existen mejoras con respecto a la cultura de la empresa, el presupuesto operativo, las metas y objetivos a realizar, la gestión de riesgo, la contabilidad de costos y planificación de capital, por lo que representa un beneficio general para la organización.
La elaboración de una planificación estratégica de un hospital es un proceso racional para adelantar el futuro, que permite estudiarlo y realizar simulaciones con él. Esto significa que es posible descubrir oportunidades o amenazas que permanecían veladas, lo que da opción a actuar sobre ellas anticipadamente.
Otra de sus ventajas es que establece un marco definido para la toma de decisiones en el día a día y pone en evidencia elecciones fragmentarias, desalineadas o que incluyan juicios personales de valor.
7 pasos para implementar un plan estratégico hospitalario
La instauración del plan estratégico de un hospital implica:
- Evaluar el presente. Hay que tomar en cuenta para qué tipo de centro de salud se elabora la planeación. A su vez, se deben valorar todas las áreas, medir la productividad de todos los servicios que se ofrecen y revisar los equipos médicos para determinar los posibles cambios a realizar y establecer un orden de prioridades.
- Analizar el futuro. Se requiere hacer un seguimiento de la práctica médica, los avances tecnológicos, la legislación y en general de la industria de la salud, para tomar en cuenta los posibles cambios que se producirán en los próximos cinco años.
- Establecer los objetivos. Esto sirve para que los planes se lleven a cabo en el menor tiempo posible y evita que se malgasten los recursos del centro médico. Lo ideal es que sean pocos y se puedan alcanzar en un breve plazo.
- Establecer las metas. Estas van a la par de los objetivos y deben ser acordes a los exigencias que presenta el hospital y las necesidades de los pacientes.
- Dar a conocer el plan. Es importante exponer la propuesta de planeación ante socios, proveedores, personal médico y administrativo para discutirlo y recibir retroalimentación.
- Evaluar los resultados. Una vez que se inició la aplicación de la planificación, hay que realizar un seguimiento del grado de cumplimiento de los objetivos. Este debe de hacerse de forma interna y externa.
- Reformular el plan. La posibilidad de cambiar los planteamientos estratégicos debe quedar abierta, ya que en ocasiones existen cambios o desviaciones imprevisibles de manera inicial, o simplemente los objetivos están mal planteados.
Consideraciones a la hora de elaborar el plan estratégico de un hospital
Dentro de la planeación es recomendable que el Director de Hospitales tenga en cuenta los siguientes puntos:
- Fijar las metas en un espacio temporal de entre tres a cinco años, teniendo en cuenta un mediano plazo que permita facilitar el alcance de los objetivos.
- El plan debe abarcar todas las áreas del centro médico, desde su administración hasta los equipos para hospitales y los sistemas arquitectónicos.
- En caso de que las estrategias no surtan el efecto deseado o sean poco factibles, lo mejor es suspenderlas y pensar en alternativas diferentes.
- No se puede separar la misión, la visión y la estrategia, ya que trae como consecuencia la interrupción de la efectividad del plan estratégico.
- Hay que apegarse al presupuesto.
- Establecer pocos objetivos y priorizarlos es clave.
- Fijar metas realistas.
- Es importante desarrollar medidas que permitan monitorear regularmente el progreso llevado a cabo para lograr los objetivos.
Como se puede ver, la planeación hospitalaria es un proceso sistemático, racional e integrador, que permite realizar en un centro médico transformaciones necesarias, relevantes y duraderas para el futuro.
Para elaborar este tipo de propuesta estratégica, es fundamental contar con los conocimientos necesarios para gestionar y dirigir de forma efectiva y responsable un hospital, por lo que es recomendable contar con una Maestría en Dirección y Administración en Salud, como la que ofrece UNIR México.
Analizar la situación actual, generar una visión compartida del futuro deseado e identificar el mejor camino para recorrer la distancia que separa la realidad del deseo, son cuestiones que solo se pueden hacer con una excelente preparación.