Las 7 herramientas de calidad permiten obtener los datos necesarios para solucionar problemas relacionados con la calidad en cualquier ámbito.
A mediados del siglo pasado, el profesor de Ingeniería de la Universidad de Tokio, Kaoru Ishikawa, desarrollaba las 7 herramientas básicas de calidad. Experto en control de calidad, Ishikawa diseñó las herramientas imprescindibles que cualquier trabajador podría utilizar en beneficio de la calidad.
Hoy se utilizan en todo el mundo y se conocen como un conjunto de metodologías que pueden aplicarse para resolver cualquier problema relacionado con la calidad. Se basan en la recogida de datos y el análisis de los hechos, y para recurrir a ellas no es necesario tener amplios conocimientos de estadística, ya que su uso es sencillo.
¿Qué herramientas se usan en calidad?
Las 7 herramientas básicas de calidad son:
- Hoja de recogida de datos
- Histograma
- Diagrama de Pareto
- Diagrama de espina de pescado, de causa-efecto o de Ishikawa
- Gráfico de control
- Diagrama de dispersión
- Estratificación
Todas ellas son actualmente de uso común en las empresas, ya que permiten obtener mejores resultados en cualquier ámbito relacionado con la calidad.
1. Hoja de recogida de datos
Se emplea para recoger y clasificar información sobre un proceso o producto. Este tipo de hojas o planillas de inspección son muy similares a las checklist. Su diseño es muy importante, ya que dependiendo de este pueden utilizarse tanto para anotar resultados (de haberlos, enseguida pueden observarse patrones) como para comprobar tendencias .
Otra de sus ventajas es que los datos que aporta no son complejos. Permiten valorar los síntomas de un problema, buscar sus causas o, incluso, recopilar datos una vez planteada alguna hipótesis.
2. Histograma
Resulta especialmente útil para analizar el patrón de comportamiento en un proceso de un determinado fenómeno, para calcular su frecuencia. Al tratarse de un gráfico, es más sencillo descubrir pautas que de otro modo serían más complicadas de ver.
No puede aplicarse a cualidades o características, sino a variables cuantificables. Estas aparecen representadas en forma de barras, cuya superficie es proporcional a la frecuencia de los datos reflejados. Las frecuencias se distribuyen en el eje vertical y las variables en el horizontal. Un histograma puede presentarse como un resumen de datos de fácil comprensión.
3. Diagrama de Pareto
Es un gráfico basado en el principio de Pareto que, aplicado a la calidad, afirma que el 20% de las causas provocan el 80% de los problemas. Ordena cuestiones de mayor a menor frecuencia y nos sirve para revisar la frecuencia tanto de los problemas como de las causas. Es importante definir antes de comenzar qué aspectos se van a estudiar.
Con este diagrama de barras verticales se puede fijar un orden de prioridades a la hora de tomar decisiones y aplicar medidas.
4. Diagrama de espina de pescado
Conocido también como diagrama causa-efecto o diagrama Ishikawa, se emplea para encontrar las causas de un problema de rendimiento a partir de un análisis más complejo.
Su uso también es muy sencillo, su diseño es muy similar al de una espina de pez y resulta fácil interpretar los resultados. Permite, además, comprobar cuáles son las diferencias entre el rendimiento que exigiría el correcto funcionamiento del proceso y el rendimiento actual.
5. Gráfico de control
Ayuda a descubrir si un proceso determinado tiene un comportamiento que podemos predecir, si es estable o no. Para ello, se estudian dos tipos de variables. Las aleatorias se repiten dentro de los límites predecibles, mientras que las debidas a causas especiales muestran qué factores implicados en el proceso es necesario identificar.
En cuanto a su diseño, hay tres líneas. La básica es la central, mientras que la superior y la inferior dibujan los límites máximo y mínimo permitidos. Estos límites de control reflejan el grado de estabilidad de la cuestión que se analiza.
6. Diagrama de dispersión
El diagrama de dispersión o correlación se emplea para comprobar la relación que existe entre dos variables diferentes (X e Y), que pueden ser dos problemas o dos causas. X e Y pueden mantener una correlación positiva, es decir, aumentar o disminuir al mismo tiempo. También puede ser negativa, si su comportamiento es distinto, mientras una se ve incrementada, la otra se reduce. La correlación nula es aquella en la que se demuestra que no hay ningún tipo de relación entre las dos variables.
Para poder aplicar este diagrama es necesario haber identificado el problema y fijar cuáles son las variables que se van a estudiar.
7. Estratificación
Es una técnica muy útil cuando manejamos muchos datos, ya que contribuye a clasificarlos o agruparlos en función de sus características comunes.
Estratificar sería sinónimo de dividir el total de la información en subconjuntos, homogéneos entre sí y denominados estratos. De este modo, se pasa de datos genéricos y poco concisos a otros mucho más precisos, poco variables y, por lo tanto, más útiles a la hora de tomar decisiones.
Se puede utilizar, por ejemplo, para estratificar la materia prima (por proveedores, composición, procedencia…), la plantilla de trabajadores (antigüedad, estudios, edad…) o las ventas (físicas, en línea, días de la semana…).
Las 7 herramientas de calidad evidencian los resultados que una empresa u organización está teniendo. A partir de los datos que aportan pueden subsanarse errores o tomar decisiones más acertadas en cuanto a la calidad.
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