En un programa MBA, el alumno debe aplicar casi de inmediato lo que aprende en su entorno laboral y ver qué es lo que más le funciona de las teorías y conocimientos de la administración a su trabajo y negocio.
Muy bien, tomaste la decisión de estudiar una maestría y optaste por profundizar en el mundo de los negocios. En este punto parece obvio que lo que debes estudiar es un programa de MBA (Maestría en Dirección y Administración de Negocios), pero ahora debes responder la siguiente gran pregunta: ¿cuál estudiar?
Permíteme darte un consejo: busca un programa “profesionalizante”. Sí, la palabra no existe, (hasta el Word lo subraya con rojo) pero el concepto es muy trascendente. Hoy en día existen dos tipos de maestrías, aquellas enfocadas en la investigación y las que se definen como profesionalizantes. En tanto el primer tipo desarrolla nuevo conocimiento a través de la investigación al proponer nuevas teorías y comprobarlas, un programa profesionalizante se enfoca en la aplicación de conocimientos preexistentes y logra que el nuevo conocimiento surja a partir de la experiencia compartida.
En el caso de un programa MBA lo deseable es que, dada su naturaleza, el alumno aplique casi de inmediato lo que aprende en su entorno laboral y vea qué es lo que más le funciona de las teorías y conocimientos de la administración a su trabajo y negocio. Por este motivo, es bueno que los programas se refuercen con 3 elementos clave:
- Profesores que hayan tenido amplia experiencia en la empresa y hayan aplicado aquello que enseñan. Son profesionales experimentados que comparten en clase no solo conocimientos teóricos, sino principalmente experiencias vividas en la empresa. Estos profesores enriquecen mucho estos programas, por que no solo aprendes de ellos cómo hacerlo, sino en muchas ocasiones cómo no hacerlo. Cuando el profesor es un empresario que te cuenta cómo fracasó y luego se levantó, se aprende mucho más que leyendo un libro.
- Conocimiento obtenido de manera práctica y aplicable. El método del caso, como centro del modelo pedagógico, o bien como herramienta de apoyo didáctico, es sumamente útil para este fin. Al analizar y discutir casos de negocio los alumnos pueden conocer diversos modelos y aterrizar los conceptos teóricos a la realidad. Así se evita la tendencia que tienen ciertos estudiantes de ‘forzar’ a sus organizaciones a adoptar conceptos y metodologías que acaban de aprender y teóricamente funcionan, pero que nunca han puesto en práctica ni saben con exactitud cómo calzan con el modelo de negocio de su empresa.
- Intercambio de experiencias proveniente de la diversidad de estudiantes. Compartir aula, presencial o virtual con profesionistas de diversos sectores, edades, y niveles es algo sumamente valioso. En un MBA no se aprende solo del profesor, también se aprende y mucho, de los compañeros. Evita programas cuyo principal atractivo es ser opción de titulación para universitarios, será como regresar a la Universidad y perderás de vista la utilidad del aprendizaje para crecer en tu trabajo.
En conclusión, si buscas un programa que te ayude a crecer profesionalmente y te acerque a esa oficina que tanto deseas, no inviertas tiempo y dinero en programas teóricos, poco aterrizados o con un enfoque especializado en la investigación. En cambio, busca un programa “profesionalizante” y cuando lo encuentres verifica que cumpla con las tres características que te propongo. Verás que estudiarlo no solo es útil, también se vuelve apasionante y hasta divertido. No hay razón para sufrir una Maestría, si has dado ese paso decisorio, lo mejor es disfrutarlo mucho.