Un crimen se puede estudiar desde diferentes perspectivas, es lo que se conoce como ramas de la criminología, una ciencia interdisciplinar formada por áreas como la psicología forense, la victimología o la penología, entre otras.
El estudio de un crimen puede abordarse desde diferentes perspectivas, lo que da lugar a las ramas de la criminología, una ciencia interdisciplinaria que integra áreas como la psicología forense, la victimología y la penología, entre otras.
La criminología es una ciencia social que abarca desde el estudio del comportamiento criminal hasta la prevención del delito. En América Latina resulta fundamental para comprender fenómenos como el crimen organizado, la violencia estructural y la inseguridad social. La relevancia de la criminología en la región radica en su capacidad para ofrecer soluciones que mejoren la justicia penal y contribuyan a la seguridad pública.
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Ramas de la criminología: disciplinas para estudiar el hecho delictivo
La criminología se nutre de varias disciplinas, ya que estudia el crimen desde diferentes perspectivas. A continuación, se presentan algunas de las ramas más importantes, cada una con sus objetivos específicos, aunque todas comparten el propósito de prevenir el delito y mejorar la respuesta ante el crimen.
- Psicología forense. Esta rama evalúa a las personas implicadas en un delito, analizando factores psicológicos y psiquiátricos para entender las motivaciones detrás de un crimen. En el contexto latinoamericano, es clave para colaborar en investigaciones, prevenir la reincidencia y facilitar la reinserción social de quienes han cometido delitos.
- Criminología ambiental. Se enfoca en analizar a los criminales considerando factores biológicos y ambientales que los rodean, y cómo estos influyen en la comisión de delitos. En América Latina, este enfoque ayuda a comprender el impacto de la marginalización social y las condiciones de vida en la criminalidad, ofreciendo perspectivas para su prevención.
- Penología. Estudia los sistemas penales y su impacto tanto en la sociedad como en las personas condenadas. En América Latina, donde las tasas de encarcelamiento y los desafíos del sistema penal son elevados, la penología proporciona las herramientas para analizar desde la imposición de penas hasta la implementación de medidas correctivas.
- Victimología. Se especializa en el estudio de la víctima en contextos delictivos. Un Un victimólogo en América Latina tiene el reto de analizar el impacto del delito en las víctimas, muchas de ellas afectadas por la violencia de género o la violencia estructural. Esta rama no solo busca comprender estas dinámicas, sino también desarrollar estrategias para apoyar a las víctimas y contribuir a la creación de políticas públicas que protejan sus derechos.
- Criminalística. Es una de las ramas más conocidas de la criminología, enfocada en la investigación de la escena del crimen. En América Latina, su labor es clave para esclarecer los delitos y ofrecer a los tribunales las pruebas necesarias para la impartición de justicia. Los profesionales de esta rama se especializan en recolectar y analizar evidencia física.
Ramas de la criminalística: recogida y análisis de pruebas en la escena de un crimen
No se debe confundir la criminología con la criminalística (y, por ende, tampoco al criminólogo con el criminalista. Mientras la criminología estudia las causas de los delitos, la criminalística se enfoca en la recolección y análisis de pruebas en la escena del crimen. Algunas de las principales ramas de la criminalística son:
- Química forense. Especializada en el análisis de sustancias químicas presentes en la escena del delito. Este campo resulta crucial en América Latina, donde la lucha contra el narcotráfico y los delitos relacionados con drogas requieren de un análisis químico detallado de las sustancias involucradas.
- Antropología forense. Estudia restos humanos para determina características como el sexo, la estatura, la edad y el grupo étnico. Los expertos en esta rama juegan un papel fundamental en la identificación de víctimas de desapariciones forzadas o conflictos armados, lo que sigue siendo una preocupación en muchos países.
- Balística forense. Se enfoca en la identificación de armas y municiones mediante el análisis de proyectiles, impactos y casquillos. En una región con altos índices de violencia armada, esta rama es esencial para vincular armas con sospechosos y resolver crímenes violentos.
- Dactiloscopía. Se ocupa de las técnicas y procedimientos para extraer y clasificar huellas dactilares. Este proceso, a menudo complejo, es vital para la identificación de criminales en la escena del crimen.
- Fotografía forense. Documenta la escena del crimen y las lesiones provocadas por actos delictivos, proporcionando un registro visual que puede ser clave en la investigación y en los juicios. La fotografía forense es un recurso crucial para los criminólogos al momento de reconstruir la escena del crimen.
Origen de la criminología
El estudio del delito y los delincuentes tiene raíces antiguas, remontándose a filósofos como Sócrates, Platón y Aristóteles, quienes intentaban explicar el comportamiento delictivo mediante factores físicos y mentales.
Sin embargo, la criminología como ciencia moderna surge en el siglo XIX, de la mano de Cesare Lombroso, un médico italiano nacido Verona (Italia), en 1835 que fue pionero en relacionar las características físicas y biológicas de las personas con la predisposición a cometer delitos, con lo que estableció una clasificación de tipos de delincuentes.
En su obra más importantes, El hombre delincuente (1876), Lombroso afirmaba que algunas personas tienen más tendencia a cometer delitos.
Desde entonces, la criminología ha evolucionado. Hoy enfrenta retos específicos relacionados con el crimen organizado, la violencia estructural y la necesidad de un sistema de justicia penal que responda a las realidades sociales de la región.
La criminología es una disciplina fundamental para comprender el comportamiento delictivo y sus causas y, en definitiva, lograr sociedades menos conflictivas.