Ella es una de las 50 personas (entre 7,000 postulantes internacionales) que opta al premio 'Mejor estudiante del mundo'. Conoce la historia de Belisa Howard en esta entrevista.
Nada le resultó sencillo a Belisa Howard Martínez desde pequeña. Nació en el seno de un hogar humilde, con varias limitaciones en Puerto Plata, República Dominicana. De manera prematura supo que debería forjar su camino sin ayuda de nada ni nadie. Y jamás esperó que acontecimientos fortuitos o el azar modificaran el rumbo. Ella consiguió torcer el destino con esfuerzo, pasión y dedicación por los estudios y el trabajo.
Hoy, esta mujer de 33 años afirma con convicción que “la educación es el instrumento más honesto para superar situaciones adversas como la pobreza y para revertir la falta de oportunidades en la vida”. Bien lo sabe ella, con su ejemplo personal, que hace escasos meses acaba de ser seleccionada como una de las 50 mejores estudiantes del planeta entre 7.000 candidatos internacionales.
Belisa es finalista del Global Student Prize. Este concurso es celebrado cada año por la Fundación internacional Varkey -que también elige al mejor docente del mundo- junto con Chegg.org. Ambas entidades conceden el galardón a “un estudiante excepcional que tenga un impacto real en el aprendizaje, en la vida de sus compañeros y en la sociedad”. A finales de este mes o a comienzos del próximo, habrá un corte final de 10 candidatos que opten a un premio dotado con 100.000 dólares. Y en noviembre se conocerá finalmente el nombre del ganador.
Howard sueña despierta y mantiene su ilusión intacta de ser ‘la elegida’, aunque sabe que ya ha ganado (en el concurso y en la vida) al integrar nada menos que el top 50 de los finalistas. Ella ha cursado la Maestría en Tecnología educativa y competencias digitales de UNIR México y está por finalizar el Máster en Marketing Digital impartido por UNIR España (solo le resta la defensa del TFM).
Reconocimiento por su constancia y dedicación
La historia de esta madre de la pequeña Jazmine, de 7 años, profesora de inglés de escuela pública, docente universitaria y empleada de la fundación sin fines de lucro The Dream Project de su país, ha conmovido y provocado el reconocimiento unánime de los realizadores del certamen. No es para menos. Al escucharla, uno no puede más que admirar su lucha, tesón, garra y constancia que la han llevado ahora a ser entrevistada por los medios más importantes de su país y convertirse -sin proponérselo- casi en una celebridad.
Pero mucho antes de estas luces, aplausos y ovaciones, hubo un pasado difícil, que Howard no quiere borrar ni mucho menos. Para ella, ese ha sido el punto de partida hacia su gran objetivo en la vida: estudiar mucho y trabajar duro para conseguir un porvenir mejor para ella y para su familia.
Recuerda su infancia “en un hogar con muy pocos recursos. Mi madre me crio sola. Hacía todo lo que podía, pero el día a día era difícil. Entonces, desde niña, supe que el camino sería estudiar y esforzarme. Mientras iba a la escuela empecé a aprender paralelamente inglés y francés. Cuando terminé el colegio me matriculé en la universidad pública y me recibí de dos carreras: Administración turística y Lenguas Modernas, especializada en la enseñanza del idioma inglés. Y después decidí seguir estudiando”, afirma.
Así fue como se matriculó en 2019 en la Maestría presencial de Lingüística aplicada a la enseñanza del idioma inglés de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). “Pero se desató la pandemia y obligó a paralizar los estudios. La modalidad de ese posgrado solo era presencial. Entonces surgió la opción de seguir formándome en una universidad online, y llegó UNIR a mi vida”, asegura.
Belisa tenía el anhelo de obtener un título de “una universidad española del prestigio de UNIR. Comencé a indagar en esta Universidad. Después de leer los comentarios y las valoraciones de otros estudiantes, de ver vídeos y conocer los planes de estudio, y de saber que UNIR está muy bien posicionada en los rankings, me decanté por esta posibilidad”. De este modo, se apuntó a la Maestría en Tecnología educativa y competencias digitales impartida a distancia por UNIR México. Posteriormente el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MECYT) de su país le concedió una beca para cursar el Máster en Marketing Digital de UNIR España, que finalizará en breve.
Howard destaca que gracias a la metodología de enseñanza de UNIR pudo cursar los estudios en tres maestrías en simultáneo, criar a su pequeña Jazmine y asistir a tres trabajos. “La flexibilidad de esta Universidad ha resultado clave. Podía ver las clases después de las 22.00 horas, por las noches. Y la enseñanza es excelente, ya que me resultó muy práctica y amena. No todo pasa por memorizar conocimientos”, asegura. Otro de los aspectos que más elogia es la figura de su tutor de estudios: “Ha sido sumamente importante, por el seguimiento, respaldo y apoyo que me ha dado”, subraya.
En carrera por el premio Global Prize Student
A comienzos de año, Belisa Howard decidió participar en el certamen del Global Prize Student. Está abierto a cualquier persona mayor de 16 años que esté inscrita en una institución académica o en un programa de capacitación y habilidades. Los estudiantes a tiempo parcial, así como los estudiantes matriculados en cursos en línea, también son elegibles para el premio.
La dominicana nunca se había apuntado en ningún concurso, porque no le llamaban la atención. “Pero decidí rellenar el formulario y postularme para que mi historia inspirase a muchas personas en el mundo a estudiar, a pesar de las dificultades. También, porque para mí es un honor representar a mi país. Y pensé que esto también puede servirme como plataforma para conectar con estudiantes de todo el mundo”.
El pasado mes, Belisa recibió por correo electrónico la confirmación de la organización del certamen de que había pasado el primer corte y era una de las 50 finalistas. De este modo, había superado a miles de postulantes: “Leí el título del email y pensé lo típico, que me agradecerían por participar y que ya no seguiría en el concurso. Pero no. Lo que me decían fue profundamente emotivo. Explicaban que mi deseo de aprender, cursando tres maestrías en simultáneo, y de salir adelante, criando sola a una hija y con tres trabajos, habían provocado que siguiese en carrera”, cuenta.
Al conocer la noticia, ella explotó de júbilo y abrazó a Jazmine. Después llamó a su madre. Ahora espera tranquila la próxima decisión de la Fundación Varkey y Chegg.org., que en pocas semanas comunicarán quiénes son los 10 finalistas que optarán al gran premio.
Otros dos factores también contribuyeron a este reconocimiento. Uno es el de sus calificaciones en los estudios: es una estudiante sobresaliente. Su promedio de notas es de 9,5 sobre 10. El otro es la labor social que realiza en la Fundación The Dream Project. Enseña competencias digitales a los participantes de los programas sociales más humildes y desfavorecidos, y también a sus compañeros de trabajo.
Antes de despedirse, Belisa Howard confiesa que quiere seguir estudiando. Piensa cursar un doctorado en Educación, para dedicarse posteriormente a la investigación. Como queda claro, sus sueños y pasión por la formación continua no se detienen. Para ella, son el mejor legado que puede dejarle a su hija. Comparado con su increíble historia de vida, lo de ganar o no un premio al final termina resultando una mera anécdota…