Potenciar el conocimiento de las emociones en la formación escolar permite que el proceso de aprendizaje sea más efectivo. Despierta la curiosidad, estimula la atención y mejora la memoria
El manejo de las emociones juega un papel fundamental en el proceso de aprendizaje. Ésa es la conclusión a la que llegaron los participantes en la Open Class del Máster en Neuropsicología y Educación de UNIR España el pasado 9 de mayo.
Emitida en vivo desde las instalaciones del Colegio Montesclaros en Madrid, España, “La importancia de las emociones en el aula” permitió que maestros expertos en Educación expusieran la importancia de involucrar las emociones en el salón de clases.
Si eres docente o te interesa la educación y no pudiste asistir a esta Open Class de carácter internacional, la Facultad de Educación de UNIR México te cuenta lo más relevante.
Las emociones en el aula: aprendizaje, memoria y atención
En años recientes el concepto de la escuela como un espacio en el que sólo tiene cabida lo racional dio paso a la escuela que vincula las emociones con el aprendizaje.
Enseñar a los alumnos a identificar y manejar sus emociones, desde la educación temprana hasta la educación secundaria, les permite despertar la curiosidad, generar empatía y solucionar conflictos.
“Al final, lo puramente académico se sostiene en algo que no es académico y que tiene que ver mucho más con lo emocional que con lo racional”, afirma el director del Colegio Montesclaros de Madrid, David Prados.
La relación entre las emociones y el aprendizaje tiene explicación científica. De acuerdo con el doctor Aitor Álvarez, director académico del Máster en Neuropsicología y Educación de UNIR España, la neurociencia aporta evidencias de que las emociones están relacionadas con el aprendizaje, mejorando la memoria y la atención.
“La neurociencia nos dice que hay que trabajar las emociones desde el aula, porque las emociones comparten redes neuronales con el aprendizaje. Hay un binomio entre cognición y emoción que los maestros no podemos olvidar.”
Para Manuel Velasco, considerado uno de los mejores maestros de Educación Primaria en España, hay dos aspectos que facilitan el aprendizaje. El primero de ellos está relacionado con el afecto y el aprecio, que se traduce en apoyo, confianza y cercanía. El segundo está relacionado con la noción de que el aprendizaje es una experiencia placentera. En los dos casos el papel del maestro es fundamental.
Autor de un blog galardonado con el Premio al Mejor blog de E-Learning de España y Latinoamérica en 2017, Velasco afirma que las TIC (la Ternura, el Interés y el Cariño) “son la base de todo proceso educativo y son muy importantes”.
El multipremiado maestro reconoce que el trabajo de las emociones con los alumnos es esencial; sin embargo, considera que los primeros que deberían aprender a trabajar sus emociones son los propios maestros.
Lo relevante es no perder de vista que detrás del conocimiento y su transmisión hay seres humanos. “Es muy importante darle más importancia al ser que al saber, porque ese ser está repleto de emociones y es la base de todo proceso de enseñanza-aprendizaje. Es lo primero que se debe trabajar con nuestros alumnos”, afirma convencido Manuel Velasco.
El Colegio Montesclaros: un paradigma del aprendizaje basado en las emociones
En opinión del doctor Aitor Álvarez, el trabajo educativo del Colegio Montesclaros (Madrid) demuestra que trabajar con las emociones favorece el aprendizaje, la atención y la memoria.
De acuerdo con Ana Blanco, orientadora escolar del colegio, el trabajo educativo que se realiza en el Colegio Montesclaros tiene como objetivo el reconocimiento y el manejo de las emociones, desde la educación temprana hasta la educación secundaria.
Para conseguirlo, la escuela establece objetivos y contenidos por etapas. Esta secuenciación de contenidos permite un trabajo continuo y de refuerzo gradual.
Algunos de los recursos didácticos empleados por el Colegio Montesclaros son el estímulo sensorial y la enseñanza de técnicas de relajación en los niños más pequeños. Con los adolescentes de la educación secundaria, en cambio, recurren a técnicas de simulación que refuerzan el autocontrol y la empatía.
Para Manuel Velasco, la didáctica basada en las emociones del Colegio Montesclaros ofrece a sus alumnos capacidades invaluables. Y es que, como afirma uno de los mejores maestros de España, “educar es algo más emocional que curricular”.