A lo largo del tiempo, se han desarrollado diversos métodos para enseñar a leer y escribir con enfoques particulares según las teorías de aprendizaje, el contexto y las necesidades presentadas.
¿Cómo se enseña a leer a un niño?
La enseñanza de la lectura es uno de los desafíos más importantes y significativos del proceso educativo, pero ¿ cómo enseñar a leer a un niño? A lo largo del tiempo, se han desarrollado diversos métodos para enseñar a leer y escribir con enfoques particulares según las teorías de aprendizaje, el contexto y las necesidades presentadas.
En la Maestría en Enseñanza de la Lengua y la Literatura, se fomenta la lectura como una estrategia de aprendizaje de las artes literarias y la lengua, que aporta a los estudiantes una visión global de estas asignaturas, y al docente, herramientas didácticas para mejorar la comprensión de las mismas. Aprender a leer no es únicamente una habilidad funcional, es la puerta de entrada al desarrollo del lenguaje, al pensamiento crítico, al desarrollo social y cultural. Es el puente entre el lenguaje y el pensamiento.
Métodos para enseñar a leer
Entre los métodos de enseñanza de la lectura más conocidos se encuentran los siguientes:
Método fonético
Se basa en el aprendizaje de los sonidos que representan los fonemas (las letras). Los niños aprenden a reconocer sonidos individuales para luego combinarlos y formar sílabas y palabras. En este método se desarrolla la conciencia fonológica.
Método silábico
Se basa en el aprendizaje de las vocales para combinarlas con consonantes y formar sílabas y palabras.
Método global
Comienza a partir de frases o palabras completas con sentido para que los niños las reconozcan visualmente para luego analizar sus componentes.
Método constructivista
Parte del conocimiento previo del niño proponiendo un enfoque funcional del lenguaje a través de la lectura desde situaciones reales y significativas.
Método combinado
Integra elementos de distintos métodos según las necesidades del niño o del grupo.
La elección del método para enseñar a leer y escribir debe responder a un análisis del contexto escolar, los recursos disponibles y las características individuales de cada estudiante.
Estrategias para enseñar a leer
Uno de los aspectos clave al iniciar la enseñanza es definir el orden de las letras para enseñar a leer. No existe un único orden correcto, pero suele comenzar por las letras más frecuentes, sonoras y que permiten formar palabras de uso cotidiano. Por ejemplo, muchas propuestas inician con las vocales y continúan con consonantes como M, P, L y S. Este criterio facilita la formación de palabras sencillas estimulando la motivación del niño a reconocer términos conocidos.
Algunas estrategias didácticas que permiten que el niño se involucre activamente en el proceso lector construyendo significados desde sus experiencias son:
- La lectura compartida y lectura guiada.
- El uso de cuentos repetitivos y acumulativos.
- Trabajo con imágenes y predicciones.
- La dramatización de textos.
- La conexión entre lo oral y lo escrito a través de juegos de palabras.
Las actividades para enseñar a leer deben ser variadas, lúdicas y sobre todo, progresivas. Es recomendable utilizar recursos visuales como asociar imágenes con palabras escritas, juegos fonológicos como las rimas y aliteraciones, segmentación silábica con palmadas o instrumentos musicales, lectura de palabras dentro de contextos conocidos como recetas, carteles etc. y materiales manipulativos como construcción de palabras con letras móviles o tarjetas. La actividad que se utilice debe tener un objetivo claro que combine la conciencia fonológica con la comprensión del significado.
Importancia de las estrategias de enseñanza de la lectura
En el ámbito escolar es importante que la enseñanza de la lectura y la escritura se articule con oralidad y el juego. Las propuestas didácticas para ello deben respetar el ritmo de cada niño, fomentar su autonomía y evitar una visión mecanicista del aprendizaje. La enseñanza de la lectura tiene un impacto profundo y multidimensional en el desarrollo integral del niño.
Leer transforma la manera en que los niños piensan, sienten, se comunican y se relacionan con el mundo. Estimula el pensamiento abstracto y la memoria de trabajo, fomenta la resolución de problemas a través de la imaginación y la creatividad. Facilita la autonomía en el proceso de aprendizaje – enseñanza. Promueve la expresión de las emociones y la empatía otorgando herramientas para la participación social.
Ahora bien, hablemos de los aportes que tiene la enseñanza de la lectura en el niño porque hay que recordar que no se restringen exclusivamente al aula. La familia cumple un rol fundamental en el desarrollo de los hábitos lectores. Por ejemplo, tener una rutina de lectura de cuento antes de dormir, leer en voz alta, visitar bibliotecas, conversar sobre libros o bien mostrar al niño que los adultos leen son prácticas cotidianas que refuerzan los aprendizajes construidos en el aula.
Enseñar a leer va más allá de transmitir un código. Requiere de una planificación cuidadosa, del uso combinado de métodos, estrategias correctamente fundamentadas y de actividades que despierten el interés y la motivación de los niños. La lectura no debe imponerse, debe ser un proceso natural donde se invite, se modele y se comparta.
Autora
Belen Martín Guerrero
Docente de la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades
Referencias
- Condemarín, M., & Chadwick, M. (1999). Desarrollo de la comprensión lectora: desde antes de leer hasta después de leer. Santillana.
- Ferreiro, E., & Teberosky, A. (1979). Los sistemas de escritura en el desarrollo del niño. Siglo XXI Editores.
- Jiménez, J. E. (2000). Aprender a leer y escribir: Un enfoque cognitivo y metacognitivo. Editorial Síntesis.
- Vigotsky, L. S. (1979). El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. Crítica.
- Palacios, J., Marchesi, A., & Coll, C. (2006). Desarrollo psicológico y educación. Volumen II: Psicología de la educación escolar. Alianza Editorial.
