Hoy en día, cada vez que navegamos por Internet, nos topamos con un pequeño mensaje que nos pide aceptar algo llamado cookies.
Y es probable que lo primero que se te venga a la mente sea: “¡Ojalá fueran de chocolate!”. Pero no, las cookies de Internet no tienen nada que ver con el mundo de la repostería, aunque su nombre pueda hacerte pensar lo contrario.
Entonces, ¿qué son las cookies y por qué aparecen en prácticamente todas las páginas web? Entender el papel de las cookies web es esencial, sobre todo si te interesa la privacidad y el manejo de tus datos personales.
De hecho, si estás pensando en estudiar algo como una Maestría en Protección de Datos, este es uno de esos temas que dominarás a la perfección. A continuación te contamos qué son en realidad y cuál es su función en Internet.
¿Qué son las cookies en Internet?
Son pequeños archivos de texto que las páginas web envían al navegador que estás utilizando. Estos archivos contienen fragmentos de información, como tu nombre de usuario o tus preferencias, y se guardan en tu dispositivo para ser utilizados en futuras visitas al mismo sitio.
Para entender mejor qué significa cookies del navegador, imagina que cada vez que visitas una página web, el servidor le envía a tu navegador un «recordatorio» de que estuviste allí. Gracias a esto, el sitio puede recordar información importante sobre tu comportamiento en línea, como los artículos que guardaste en tu carrito de compras o tus preferencias de idioma.
¿Para qué sirven las cookies web?
Es momento de ver para qué sirven las cookies realmente. En términos sencillos, estas herramientas tienen múltiples usos, todos orientados a mejorar la experiencia de navegación y la de los sitios que visitas. Las más importantes son:
- Recordar tus preferencias: permiten que los sitios web recuerden configuraciones importantes como el idioma que prefieres o las opciones de accesibilidad que has activado. Así, la próxima vez que entres a una página, no tendrás que configurar todo de nuevo.
- Facilitar el inicio de sesión: gracias a las cookies, no es necesario que ingreses tu usuario y contraseña cada vez que visitas una página en la que ya te has registrado. Esto hace que navegar sea mucho más ágil.
- Personalización del contenido: ayudan a que los sitios te muestren contenido que sea relevante para ti. Por ejemplo, si sueles leer sobre tecnología, es probable que recibas recomendaciones de artículos o productos similares en futuras visitas.
- Mejorar el rendimiento de la web: algunas analizan cómo interactúas con la página web. Esto permite a los desarrolladores corregir errores y mejorar la funcionalidad general del sitio.
- Publicidad dirigida: uno de los usos más comunes de las cookies es para mostrarte anuncios que se ajusten a tus intereses, basados en las páginas que has visitado. Aunque este uso a menudo se discute en temas de privacidad y cookies, sigue siendo una de sus funciones más relevantes.
Tipos de cookies de Internet
Ya sabes qué son las cookies, pero es importante entender que no todas son iguales. Existen varios tipos de cookies según su funcionalidad y duración. Estas son las más comunes:
— De sesión: son temporales y desaparecen en cuanto cierras el navegador. Se usan para almacenar datos mientras navegas por una página web, como los productos que añades a un carrito de compras. No se guardan en tu dispositivo de manera permanente.
— Permanentes: a diferencia de las anteriores, las cookies permanentes se quedan en tu dispositivo por más tiempo. Pueden durar días, meses o incluso años. Su función es recordar tus preferencias y configuraciones para que no tengas que configurarlas cada vez que visitas un sitio.
— De origen: son aquellas generadas por el propio sitio web que visitas. Estas permiten que la página funcione correctamente, como recordar tus datos de inicio de sesión o las preferencias de idioma.
— De terceros: se originan en servicios externos, como plataformas publicitarias o redes sociales. Suelen usarse para mostrarte anuncios personalizados en función de tu comportamiento en otros sitios.
— Maliciosas: aunque la mayoría de las cookies son inofensivas, algunas pueden usarse para rastrear tus movimientos sin tu consentimiento. Las cookies maliciosas recopilan información sin que te des cuenta y podrían poner en riesgo tu privacidad. Es por eso que es crucial gestionarlas bien y ser cauteloso al aceptarlas en sitios desconocidos.
¿Es bueno aceptar las cookies?
La respuesta a si es bueno aceptar las cookies depende del tipo que sean y de cómo valoras tu privacidad. Aceptarlas puede ser útil, pero también hay aspectos a considerar.
Primero, aceptarlas puede mejorar tu experiencia de navegación. Permiten que los sitios recuerden tus preferencias y te ahorran tiempo evitando que tengas que iniciar sesión cada vez que visitas una página web.
Por otro lado, algunas cookies, especialmente las de terceros, pueden rastrear tu actividad en varios sitios web para mostrarte anuncios personalizados. Esto plantea preocupaciones sobre la privacidad. Aquí es importante leer la política de privacidad y cookies del sitio, que debería estar detallada en el aviso legal.
Esto te dirá cómo se usarán tus datos y si el sitio cumple con las leyes que protegen tus derechos digitales, como la LFPDPPP en México.
Cookies, una parte esencial de la web
En los últimos años, las cookies han estado en el centro del debate sobre la privacidad en Internet. Un claro ejemplo de esto fue el intento de Google por eliminarlas por completo.
En 2020, la compañía anunció que en «un par de años» iba a poner fin a las cookies de terceros, con la intención de mejorar la privacidad de los usuarios. Inicialmente, se esperaba que para 2023 ya no fueran necesarias. Sin embargo, después de varios retrasos, en 2024, Google desistió de su plan.
Este cambio de estrategia por parte de Google demuestra la complejidad y la importancia de las cookies web. A pesar de las preocupaciones sobre la privacidad, estas herramientas son esenciales para la personalización de la experiencia de navegación y el funcionamiento del mercado publicitario.
Por eso, más que eliminarlas, el verdadero reto está en conocerlas y saber manejarlas. Es fundamental entender qué tipos de cookies existen, cómo afectan tu privacidad y qué opciones tienes para gestionarlas.