El conferencista internacional experto en liderazgo debatió junto a más especialistas cómo esta competencia impulsa la productividad y el bienestar en entornos laborales. Estrategias, testimonios y herramientas marcaron un Foro UNIR que conectó liderazgo, emociones y resultados.

El 90% de los líderes con alto desempeño comparten una característica común: inteligencia emocional. Así lo recordó Ricardo González Escobar, conferencista internacional experto en liderazgo, en la última edición del Foro UNIR, donde subrayó que “las emociones son la chispa, el pensamiento es la dirección”.
Durante más de una hora, el foro abordó cómo gestionar sentimientos para construir equipos resilientes y productivos. La conversación giró en torno a las cuatro habilidades esenciales: autoconocimiento, autocontrol, empatía y manejo de relaciones, pilares para un liderazgo eficaz.
El debate contó con las voces expertas de Carmen Elisa Coronado, directora del Programa de Ingeniería de la Conciencia en el Grupo RI; Abraham Isaac Vergara Contreras, director académico de la Facultad de Empresa de UNIR México; y de González escobar, presidente LATAM del Instituto de Neurociencia Australiano ‘About my Brain’.
“Tu mayor poder es elegir cómo responder cuando no puedes elegir lo que sucede”, afirmó el ponente, dejando claro que la inteligencia emocional no es opcional: es la base para liderar con humanidad y eficacia.
Cinco claves del Foro UNIR
- Acciones que inspiran liderazgo: “Las acciones del líder son las manos invisibles que empujan a que la gente crea en la persona”, afirmó Ricardo González Escobar. Esta idea refuerza que el liderazgo se construye con hechos, no solo con palabras.
- La inteligencia emocional como ventaja competitiva: En un entorno empresarial complejo, esta habilidad marca la diferencia entre equipos cohesionados y organizaciones fragmentadas. “Decide si construyes relaciones o las destruyes”, señaló González Escobar.
- Reconocimiento que motiva: El salario emocional, basado en la gratitud y el reconocimiento, es clave para mantener la motivación genuina. “No seamos tacaños en los elogios, todos los necesitamos”, advirtió Carmen Elisa Coronado.
- Modelo SCARF para entender la motivación: “Estatus, certeza, autonomía, relaciones y justicia son factores que sostienen el compromiso”, explicó Coronado. Este enfoque neurocientífico ayuda a los líderes a identificar qué impulsa a cada miembro del equipo.
- Formación para liderar con propósito: La preparación académica dota a los profesionales de herramientas para gestionar emociones y alcanzar resultados sostenibles. “Un líder eficaz transforma equipos, comunidades y vidas”, afirmó Abraham Vergara.
El impacto real
La inteligencia emocional se ha convertido en una competencia clave para el éxito profesional. Según González Escobar, “decide si construyes relaciones o las destruyes”. En entornos laborales complejos, esta habilidad influye en comunicación, toma de decisiones y clima organizacional.
Empresas como Google han implementado la regla de “no jerarquía emocional” en sus reuniones, donde todas las voces importan. Starbucks, por su parte, ha invertido en entrenamientos masivos de empatía para que cada interacción con el cliente sea cercana y humana.
El experto insistió en que “la inteligencia emocional no te hace más suave, te hace más fuerte sin perder humanidad”. Esta afirmación resume el espíritu del foro: liderar con firmeza, pero sin renunciar a la empatía.
Además, la gestión emocional no solo mejora la productividad, también reduce la rotación laboral y fortalece la cultura corporativa. “La cultura emocional determina el clima, la creatividad y el futuro de la empresa”, concluyó González Escobar.
Motivación y compromiso desde la neurociencia
Carmen Elisa Coronado presentó el modelo SCARF, desarrollado por David Rock, como herramienta para comprender la motivación genuina. “Estatus, certeza, autonomía, relaciones y justicia son factores que sostienen el compromiso”, explicó.
Este enfoque permite a los líderes identificar qué necesita cada miembro del equipo. “No seamos tacaños en los elogios, todos los necesitamos”, advirtió Coronado. El reconocimiento, cuando se ofrece de forma constante, multiplica el rendimiento.
La certeza es otro elemento crítico. “El cerebro humano no soporta la incertidumbre”, señaló la directiva del Grupo RI. Por ello, la comunicación clara y la transparencia son esenciales para evitar la desmotivación.
Finalmente, la justicia y la sensación de pertenencia completan el mapa emocional. “Cuando alguien percibe que no hay equidad, el compromiso se desploma”, afirmó Coronado. Estas claves, aplicadas en grandes corporaciones, han demostrado reducir la rotación y mejorar la cultura organizacional.
Formación continua
Abraham Vergara destacó que el liderazgo eficaz no depende solo del carisma, sino de la formación sólida. “Un líder eficaz transforma equipos, comunidades y vidas”. La academia aporta metodologías para diseñar rumbo, gestionar emociones y generar resultados medibles.
En un mundo volátil e incierto, la preparación académica se convierte en un diferenciador. “La mejor manera de predecir el futuro es crearlo”, citó Vergara, invitando a los profesionales a apostar por programas como el MBA y otras maestrías oficiales de UNIR.
El Foro UNIR dejó claro que la inteligencia emocional no es una habilidad blanda, sino un factor determinante en la competitividad empresarial. Hoy, el 75% de las compañías considera la gestión emocional como prioridad en sus planes de desarrollo.
UNIR responde a esta tendencia con titulaciones como el MBA online y la Maestría en Dirección de Recursos Humanos, diseñadas para formar líderes capaces de combinar resultados y bienestar.




