Cada vez más padres consultan con su pediatra o a un psicólogo para entender por qué su hijo es tan desobediente, no acata las normas o está con continuas rabietas, sin saber que puede tener un trastorno negativista desafiante.
El trastorno negativista desafiante (TND) se define por un patrón regular de conducta irascible, desafiante y desobediente orientado a figuras de autoridad, como padres o profesores, e, incluso, a los propios compañeros.
Los síntomas del trastorno, que suele afectar más a los niños que a las niñas, se inician durante los dos a cuatro años, aunque a veces aparecen más tarde, pero siempre antes de la etapa inicial de la adolescencia.
Esta patología se caracteriza por la negativa al cumplimiento de las normas, falta de cooperación y un comportamiento resentido, por lo que los menores que lo padecen muestran actitudes rebeldes o provocadoras. Eso sí, no son agresivos físicamente ni atentan contra las normas básicas de convivencia como sí pueden serlo quienes tienen un trastorno de conducta.
En México no existen prácticamente estudios sobre la materia; sin embargo,un estudio realizado por Silvia Morales Chainé, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), con menores de entre 2-12 años de escuelas públicas de educación básica en la Ciudad de México, reveló que el 20 % de estos niños estaban en riesgo de padecer problemas severos de conducta que impedirían su incursión en la vida familiar y/o social, y les llevarían a tener un desempeño o rendimiento escolar bajo.
En estos casos, la falta de límites promovía los problemas de conducta desafiante negativista. Los problemas severos se asociaban con altos niveles de castigo y también con la falta de supervisión y monitoreo.
Causas del Trastorno Desafiante Negativista
Se desconoce la causa precisa del trastorno negativista desafiante pero se suele imputar este trastorno a dos teorías, la del desarrollo y la del aprendizaje.
- Desarrollo. Sugiere que los problemas se inician alrededor del primer y segundo año de edad y que el comportamiento TDN posteriormente es resultado de las dificultades enfrentadas para desarrollar habilidades autónomas.
- Aprendizaje. En este caso se insinúa que las características negativas en torno al TND son aprendidas y son reflejo del empleo de refuerzos negativos usados por los padres o personas con mayor autoridad. Se cree que estos refuerzos negativos aumentan los comportamientos opositores con los que el niño logra la atención y la interacción deseados con los padres o personas en posición de autoridad.
En cuanto a los síntomas, por lo general, comienzan durante los años preescolares. Para poder desarrollar un diagnóstico esta conducta debe ser persistente y estar presente de forma repetitiva al menos 6 meses para poder afirmar que se trata de un trastorno negativista desafiante.
Ejemplos de trastorno negativista desafiante
Algunos ejemplos de comportamientos que pueden ser indicativo de un trastorno desafiante negativista son:
- Enojo, irritabilidad y resentimiento.
- Constante negatividad.
- Frecuentes berrinches y rabietas.
- Discute y molesta deliberadamente a otras personas sobre todo las que tienen mayor autoridad (progenitores, maestros…).
- Arranques de mal genio frecuentes.
- Dificultades para controlar su temperamento y expresar rabia de manera verbal o física.
- Desafía las normas y reglas impuestas.
- Culpan al resto de sus errores o mal comportamiento.
- Pierde la calma con facilidad.
- Se molesta fácilmente por lo que le dicen terceras personas
- Son provocadores y desafiantes.
- Tienen un carácter vengativo y pueden llegar a dañar objetos o insultar o difamar a personas intencionalmente.
- Cuando se enfadan usan palabras hirientes y obscenas.
- Suelen tener problemas académicos.
- Reaccionar de manera exagerada a situaciones cotidianas
- Dificultades para regular sus emociones y lidiar con la frustración.
- Son mentirosos e incumplidores.
A pesar de estos comportamientos y de la carencia de habilidades sociales, estos niños entienden la diferencia entre el bien y el mal y sienten culpabilidad.
Es importante destacar que el diagnóstico y tratamiento del TDN debe ser realizado por profesionales de la salud mental capacitados, como psicólogos o psiquiatras, pero también debe ser atendido desde el ámbito familiar y educativo, al ser en edades escolares donde se da mayoritariamente este trastorno.
Por esto, es indispensable que los docentes cuenten con una formación especializada para responder a las demandas que plantea el estudiantado con necesidades educativas especiales como son los menores que tienen trastorno desafiante negativista. Una Maestría en Atención a las Necesidades Educativas del Desarrollo como la de UNIR México permite poner en marcha estrategias educativas para la intervención en personas con diversos trastornos, como el desafiante negativista, el de déficit de atención o el obsesivo compulsivo, entre otros. Esta formación también permite el acceso a una especialización, como el Curso en Desarrollo del Pensamiento Creativo o un Curso en Evaluación por Competencias.