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Estilos de aprendizaje: clasificación sensorial y propuesta de Kolb

Reconocer los estilos de aprendizaje de cada estudiante, ayuda a personalizar la educación para mejorar su eficacia y su compromiso.

¿Qué son los estilos de aprendizaje?

Los estilos de aprendizaje son las diversas maneras en que las personas procesan, comprenden y retienen información. Cada individuo puede tener preferencias específicas que optimizan su proceso de aprendizaje. Los principales estilos identificados incluyen el visual, que se basa en imágenes y gráficos; el auditivo, que prefiere el uso de sonidos y palabras habladas; el kinestésico, que implica el aprendizaje a través del movimiento y la manipulación de objetos; y el lector-escritor, que favorece la lectura y la escritura de textos.

Si analizamos los estilos de aprendizaje podemos señalar dos clasificaciones muy estudiadas: la sensorial y la de Kolb. Debemos recordar que el estilo que tiene una persona para aprender resulta de una combinación de distintos factores

Estos factores son: cognitivos, afectivos y psicológicos. Profundizamos en las dos clasificaciones y sus puntos más destacados.

La clasificación sensorial

La clasificación sensorial, también denominada VAK, destaca que todos tenemos una sentido favorito y que podemos mejorar el aprendizaje si contemplamos estas preferencias sensoriales. Principalmente, se distinguen 3 grandes sistemas para aprender la información recibida:

 

Es un estilo relacionado con ver y leer. Los alumnos visuales:

– Prefieren leer a escuchar y captan grandes cantidades de información solo mirando, piensan en imágenes, y visualizan en detalle.

– Tienen más facilidad para recordar grandes cantidades de información con rapidez. Además, visualizar les ayuda a crear relaciones entre diferentes ideas y conceptos.

– Realizan resúmenes y esquemas, subrayan y escriben en los márgenes de los libros, siempre toman apuntes en clase.

– Suelen responder mejor a exámenes escritos.

Algunos ejemplos de acciones relacionadas: ver, mirar, leer, imaginar, buscar diferencias, comparar imágenes, escribir, pintar o dibujar.

estilos de aprendizaje

Ejemplos de recursos útiles para este tipo de estudiantes: diagramas, esquemas, imágenes, películas, enciclopedias, mapas, folletos, revistas, internet, diccionarios, dibujos, fotografías, cartas, emails, documentales, crucigramas, obras de arte, diapositivas, power points o mensajería instantánea, entre otros.

 

Este estilo está relacionado con platicar y escuchar, sirviendo para unir ideas o elaborar conceptos abstractos con la misma destreza y rapidez que el sistema visual. Los alumnos auditivos:

– Prefieren escuchar que leer. Si tienen que leer, les gusta hacerlo en alto.

– Aprenden mediante explicaciones orales y muestran más destreza para aprender idiomas y música.

– Se graban para estudiar y escuchan sus grabaciones, repasando los apuntes en voz alta y platicando consigo mismos.

– Siguen instrucciones orales diligentemente y les gusta estudiar en grupo para poder debatir y contrastar. También suelen responder mejor a exámenes orales.

Algunos ejemplos de acciones relacionadas: escuchar, oír, cantar, debatir, contar, narrar, preguntar o responder.

estilos de aprendizaje

Ejemplos de recursos útiles para este tipo de estudiantes: canciones, dispositivos móviles, vídeos, grabaciones propias y ajenas, documentales, películas, video, charlas, conferencias, radio en streaming o mensajería instantánea, entre otros.

 

Este estilo está relacionado con tocar y hacer. El aprendizaje kinestésico suele ser más lento que cualquiera de los otros dos y se necesita más tiempo.

Los alumnos táctiles:

– Captan información a través de sensaciones y movimientos, suelen hacer dibujos o esquemas en vez de copiar al pie de la letra los apuntes.

– Estudian moviéndose y haciendo pausas frecuentes, también les gusta estudiar en grupo.

– Relacionan los nuevos conocimientos con los que ya tenían y con la vida real.

– Suelen responder mejor a exámenes de carácter práctico o de laboratorio.

Algunos ejemplos de acciones relacionadas: tocar, sentir, moverse, andar, correr, saltar, cocinar, interpretar, oler o bailar.

estilos de aprendizaje

Ejemplos de recursos útiles para este tipo de estudiantes: barro, plastilina, piezas de construcción, crucigramas, juegos de mesa, mapas, instrucciones, recetas, diccionarios, enciclopedias, excursiones o visitas, entre otros.

Para evaluar qué método utilizamos con mayor frecuencia, nos podemos hacer la pregunta: ¿Qué recuerdas después de que te presenten a alguien, su cara (visual), su nombre (auditivo) o la impresión o sentimiento (kinestésico) que la persona te produjo?

La mayoría de las personas empleamos los tres sistemas de manera desigual. Potenciamos unos más otros y se desarrollan proporcionalmente al uso que de ellos se haga. Por lo general, absorbemos con mayor facilidad aquella información que viene por la vía que más empleamos y a la que estamos acostumbrados.

Además, como se puede intuir de los aspectos anteriores, el uso de un sentido u otro de forma preponderante no excluye al resto, de ahí que un mapa, por ejemplo, pueda ser tan útil para un alumno visual como para otro kinestético, todo dependerá de cómo les pidamos hacer la actividad.

En este punto, sería importante plantearse si todos los alumnos deberían hacer la misma actividad, si deberían tener el mismo material o si deberían hacer lo mismo con él.

A pesar de considerarse estos tres estilos básicos, algunos autores introducen variaciones, como sucede con otras clasificaciones, aunque no entraremos en este aspecto.

 

La clasificación de Kolb

David Kolbun teórico educativo de procedencia estadounidense, creía que el aprendizaje se desarrollaba a partir de tres factores causales: genética, experiencias de la vida y experiencias del entorno.

estilos de aprendizaje

De este modo, definió 4 tipos de aprendizajes:

  1. Convergente o activo

Las habilidades predominantes de personas convergentes hacen referencia a la experimentación activa.

Estos alumnos:

– Son prácticos y buscan solución a los problemas.

– Suelen mostrar intereses tecnológicos.

Ejemplos de actividades y recursos relacionados: manuales, gráficos y mapas, orientación, experimentos o demostraciones prácticas.

  1. Divergente o reflexivo 

Las habilidades más frecuentes en personas divergentes hacen referencia a las áreas de la experiencia concreta y la observación reflexiva.

Estos alumnos:

– Quieren conocer y sopesar diferentes puntos de vista, tienen una mente abierta y reflexionan antes de tomar decisiones.

– Siempre están dispuestos a recibir retroalimentación, les gusta escuchar.

– Son emocionales y creativos, mostrando interés por las artes.

Ejemplos de actividades y recursos relacionados: lluvia de ideas, crucigramas, predicción de resultados, realización de experimentos, acertijos o puzles.

 

  1. Asimilador o teórico

Las habilidades predominantes en personas asimiladoras están relacionadas con la abstracción y los estudios teóricos.

Los alumnos:

– Prefieren leer, estudiar y trabajar de forma individual, no son especialmente sociables.

– Se muestran más interesados en las ideas abstractas que en las personas y los sentimientos.

– No se preocupan por la aplicación práctica de la teoría y precisan explicaciones teóricas claras.

Ejemplos de actividades y recursos relacionados: lectura de textos, informes escritos, dictados, diccionarios, apuntes o conferencias.

 

  1. Acomodador o pragmático

Las personas acomodadoras muestran habilidades de carácter experimental.

Los alumnos:

– Se fían de su intuición, actuando y decidiendo sin demasiada reflexión previa.

– Son activos e impacientes, a menudo empleando el enfoque de ensayo-error.

– Muestran interés por el trabajo en grupo.

 

Ejemplos de actividades y recursos relacionados: trabajos grupales, gráficos ilustrativos, expresión artística, estudios de campo o experimentos científicos.

Podemos intentar averiguar nuestro estilo, o el de nuestros alumnos, empleando cuestionarios más o menos complejos, preparados para ello.

Por otra parte, este mismo autor desarrolló lo que hoy en día conocemos como aprendizaje experiencial, según el cual, en todo proceso de aprendizaje, hay diferentes pasos que se repiten cada vez que incorporamos algún concepto nuevo:

 

  1. Observación de las experiencias inmediatas y concretas.
  2. Reflexión para comenzar a construir una teoría general de lo que ha observado.
  3. Formación de conceptos abstractos y generalizados, basados en hipótesis.
  4. Prueba de las implicaciones de sus conceptos en situaciones nuevas. 

 

 

Intersección de teorías

Ante las dos teorías presentadas, se puede observar que el estudiante asimilador parece tener más posibilidades de ser visual, el divergente compartiría su carácter visual con una tendencia marcadamente auditiva y, finalmente, el acomodador y el convergente parecen más inclinados hacia un aprendizaje kinestético o práctico.

A modo de conclusión, podemos ver que existen múltiples conceptos teóricos sobre cómo aprendemos y captamos la información recibida, puesto que cada persona aprende de un modo distinto, por lo que no existe una metodología mejor que otra, sino que emplear distintos aprendizajes en el aula como docentes es sinónimo de atender a la diversidad y a las diferentes inteligencias presentes, involucrando a más alumnos en el proceso.

(Este post ha sido elaborado de forma conjunta por Josepa Hornos Calderó, Beatriz Lema López e Ingrid Mosquera Gende)

 

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